Será de Dios: aportes para el trabajo en comunidades de fe

La Rev. Deborah Coté propone perspectivas de abordaje para el cuaderno de derechos sexuales y reproductivos del «Argumentario teológico y mapeo de insumos teológicos para hablar de justicia de género».

Por Rev. Deborah Coté*

Esta pregunta de “¿Será de Dios?” ha sido una pregunta desde el principio. Lo podemos ver en Génesis, con Abraham cuestionando la promesa de Dios y buscando cumplir la promesa por sí mismo, por medio de Agar. Agar no tiene mucho para decir en cuanto a su participación, sin embargo tiene la agencia para escapar, y encuentra a Dios como socorro. Allí mismo, encontramos una ocasión para preguntar, “¿Fue de Dios su sufrimiento, el maltrato que recibió?”. En general en las comunidades de fe cristiana, no hemos prestado mucha atención a ella, sin embargo, su experiencia de Dios contado en Génesis 16 tiene mucho para enseñarnos. Un detalle importante para rescatar es que Agar nombra a Dios, y le nombra: “Tú eres un Dios que ve.” A pesar de su estatus como mujer extranjera, y esclava, Dios la ve y la bendice. Y en el cuaderno sobre derechos sexuales y reproductivos (proposición 23) aborda su historia. Es solo una de las muchas historias que tenemos para entender mejor a nuestro Dios que ve el sufrimiento.

Si leemos atentamente a los textos bíblicos, llegamos a tener muchas más preguntas que respuestas. Y si queremos decir que la biblia es una palabra viva, que nos habla hoy en día, que tiene relevancia para nuestra vida en 2025 y más allá, no es posible fijar de una vez y para siempre una interpretación bíblica. La biblia nos presenta un diálogo continuo entre Dios, nuestra historia lejana, nuestro contexto actual y nuestra experiencia contemporánea. Conversa con todo entre lo que era y lo que es, y por supuesto, la historia que Dios sigue escribiendo a partir de la fe. En la biblia misma, hay re-lecturas de las historias compartidas generación en generación, como por ejemplo las múltiples revisiones de Génesis, o como Pablo usa las historias del antiguo testamento para señalar a Cristo y su misión. El contexto siempre influye en cómo el pueblo de Dios ha contado su experiencia de Dios. Justo como hoy en día nuestro contexto influye nuestra propia experiencia de Dios y como leemos la biblia. 

En las primeras páginas de cada cuaderno, se encuentran las consideraciones previas que establece la base en que podemos entrar en conversaciones sobre la justicia de género, en relación de la lectura bíblica. Habla, brevemente, de cómo la biblia tomó forma, y cómo leer la biblia no es simplemente leer cualquier texto, porque la fe le da otra dimensión. Y que por la dimensión de fe, nuestra interpretación bíblica importa mucho porque implica compromiso a vivir en acorde con lo que aprendemos allí. Pues si solo vemos los mandatos patriarcales, ¿cómo no vamos a replicar ellos? Y por qué la dimensión de fe pone en juego mucho más, como identidad, y cuestiones existenciales, tenemos que crear espacio para el cambio personal de las personas. 

Para usar este recurso y entrar en estas conversaciones muy importantes, pienso que el ámbito en que entramos a estas conversaciones es importante. Yo imagino que dentro de un contexto de un retiro y un tiempo apartado al propósito, para reflexionar juntas y juntos estos temas, será lo mejor. O si ya entramos en hablar de un tema, las proposiciones pueden ser un recurso para enriquecer al diálogo. Sirven estas proposiciones para capacitaciones alrededor de políticas relacionadas con violencia de género o derechos, o similar. Y quienes invitan al espacio tenemos que tener presente los contextos de quienes participan. Y con esto, si tiene sentido al contexto local, armamos una liturgia de apertura, que invita al Espíritu Santo, La Ruah, a guiarnos en nuestra conversación y unirnos en Cristo. 

Yo también buscaría cómo dialogar sobre la manera en que vamos a tratar el tema. Capaz en algunos contextos, se puede debatir respetuosamente y llegar a entendernos mejor y llegar a una mayor entendimiento del tema. No sería mi manera facilitar estas conversaciones. Yo veo el potencial de crear más división y levantar paredes en vez de fomentar la comprensión, pero capaz esto muestra mi contexto y experiencia como estadounidense. 

Hay que pensar en qué queremos lograr en nuestras comunidades: ¿queremos adoctrinar y conformar la comunidad de una manera particular de pensar? ¿O queremos construir en comunidad, promover el pensamiento crítico que nos ayuda a ver otras perspectivas, y mantener varias perspectivas en tensión? Este Argumentario no pretende presentar una sola perspectiva, sino muchas perspectivas que pueden abrir espacio para conversar. 

Y hablando de espacio: ¿Dejamos espacio para el Espíritu Santo movernos y reformarnos en el proceso? Porque realmente la transformación de comunidades y modelos es un proceso, un proceso lento y sin duda con sus dolores. 

No es fácil de-construir algo sobre lo que todo lo que hemos vivido tiene base. Nadie se escapa del patriarcado y los textos de la Biblia también reflejan su contexto patriarcal. Vivimos dentro de sistemas que privilegian a unos pocos y desventajan a muchas, y peor aún, es causa de muerte y sufrimiento también. Vemos que las historias en la biblia favorecen la perspectiva masculina y, la mayor parte del tiempo, invisibilizan a las mujeres y niños. Pero para quienes se benefician más del sistema y quienes disfrutan de privilegios, no es fácil ver su posición de poder, ni darse cuenta de que la experiencia de otras personas no está contado. Porque su valor como ser humano nunca o casi nunca ha sido cuestionado o clasificado en orden de importancia. 

Y para no invisibilizar la experiencia de nadie, ni por completo ni en parte, también tenemos que tener en cuenta la interseccionalidad. La raza y poder económico (o falta de poder económica) también afecta nuestras vidas profundamente. Incluso los hombres sufren, en algunos aspectos, por los mandatos patriarcales, por su posición social o otros aspectos de su ser que no se alinean con lo “Cis-hetero-blanco-y-rico”. La proposición 13 trata de la salud masculina, por ejemplo. Así que tener perspectivas varias, como hay en el argumentario, puede generar un espacio de autorreflexión. 

Y lo que me parece ayuda mucho también son los ejemplos concretos que acompañan a las reflexiones. Por ejemplo si consideramos la proposición 04 con el título “Maria, ‘madre de Dios’”, que trata el eje de derechos de infancias, el ejemplo cita los datos de las niñas menores de 14 que parieron en Guatemala en el año 2021: más de 2 mil. Y cita también de Ecuador entre los años 2009-2014, con promedios de 2181 cada año. Con esta perspectiva, podemos abrir la pregunta de qué quiere decir vida plena para estas niñas que corren riesgos para llevar a un bebé a término, y el desvió de su educación. El hecho de que ya se han terminado sus infancias con las decisiones de adultos de no actuar para minimizar el daño de una situación ya dañina. Es obvio que esta situación de injusticia es horrible, pero hay muchas personas de fe que buscan justificar o anular la inacción frente la situación porque leen en la biblia, o simplemente han recibido la interpretación de la biblia que Dios nos mandó multiplicar, entonces es un pecado interrumpir un embarazo. Nuestra teología importa. Mucho. Puede promover vida plena o puede perpetuar violencia. 

Pienso que las consideraciones previas del cuaderno son un punto de partida para poder comprender dónde nos ubicamos como comunidad en cuanto de nuestro entendimiento sobre la biblia, de donde viene y para qué sirve. Es la biblia la palabra de Dios, y ¿en qué sentido? ¿Es la biblia inspirada por Dios, y como vemos el involucramiento humano en el proceso? Y la palabra que habla de una comunidad (o individuo) en la biblia, como por ejemplo el pueblo hebreo hace 10 siglos o María, madre de Jesús en el primer siglo, ¿esa palabra es para nosotros hoy, aunque nuestro contexto es totalmente distinto? Las respuestas de estas preguntas nos dan pistas de donde empezar. Si, por ejemplo, hablo del contexto histórico crítico con alguien que entiende la biblia como la palabra de Dios sin error, como bajada del cielo, es muy difícil poder ofrecer una perspectiva contextual. 

Como pastoras y pastores, siempre tenemos que ser también educadores. Y tomando el ejemplo de Jesús, y su uso de parábolas, pienso que cuando no solo presentamos información, sino dejamos espacio para que la gente llegue a sus propias conclusiones, allí tenemos un aprendizaje verdadero. Las parábolas no dan una respuesta simple, sino que tiran en cercanía realidades y tenemos que buscar cómo se relacionan. Y cuando no recibimos una interpretación así nomás, pero tenemos que pensarlo para llegar a conclusiones, ahí aprendemos. Y es un aprendizaje que puede atravesar hasta nuevas formas de pensamiento y de acciones también. Hay poder en preguntas que pueden problematizar nuestras suposiciones y hacernos ver un texto bíblico desde otra perspectiva. 

Si leemos el texto de San Lucas donde María se entera de la noticia que va a ser la madre de Dios, vemos que nos provee unas preguntas para nuestras vidas hoy. María no buscaba ser madre, pero confiaba en Dios. Dios le llama para este rol en particular de llevar Cristo al mundo. Y la pregunta que la proposición nos trae para esta historia es “¿Todas las mujeres siempre quieren ser madres?” Con esta pregunta podemos explorar la idea de la maternidad como vocación. Y con la idea de vocación en contraste con un mandato que hay que cumplir, podemos hablar de la elección de ser madre. En la proposición 4, se pueden explorar las implicancias. 

Aquí tenemos muchas avenidas para pensamiento crítico y reflexión. En el fondo está el eje de la vida como don de Dios. Siendo humanos hay que reconocer que vivimos en un mundo caído, donde las elecciones disponibles no siempre son tan blanco y negro. Y si construimos un ámbito de confianza, podemos explorar el área gris entre medio. Por ejemplo: ¿Santificar la potencial para vida -el embarazo- niega la vida ya presente? En particular cuando estamos hablando de niñas que no eligen (ni pueden consentir) ser madres. Así que las perspectivas aquí pueden ser parte del proceso de revisar, re-enfocar y reflexionar para poder rechazar patrones de violencia y ayudarnos a avanzar con los derechos humanos. 

Se puede usar el índice para buscar una proposición que concuerda con el tema del día para un grupo de mujeres, por ejemplo. También se puede hojear y ubicar el eje para cada propuesta. Se puede ir seleccionando las propuestas que sirven para el contexto local. 

*Adaptación de la exposición brindada durante el IX Congreso Latinoamericano de Género y Religión de la Facultad EST en São Leopoldo, Brasil en julio de 2025. 

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