Compartimos la segunda parte de una interesante entrevista donde Carlos Flecha, miembro del Comité directivo de Callescuela, nos actualiza acerca de la situación de pandemia en #Paraguay. «Se trata de una sobrevivencia digna que solo nosotros y nosotras podemos generar»
Paraguay se mantiene con una tasa de 2 muertes por COVID por millón de habitantes, la más baja de Sudamérica. ¿Cómo se explica? Las características de distribución demográfica, las medidas tempranas de aislamiento social que tomó el gobierno y, fundamentalmente, la organización solidaria de la población son factores clave a la hora de entenderlo. Hace más de 90 días, las mujeres paraguayas aseguran la alimentación de los sectores populares: «Ese trabajo de las ollas que las mujeres realizan lo llevan adelante al mismo tiempo que las tareas de sostenimiento de sus hogares, las tareas de cuidado y de la escuela de sus hijos.»
Callescuela está acompañando este esfuerzo desde el inicio de la cuarentena, el 9 de marzo, en un proceso que ellxs definen como «reinventaron en modo covid.» Este trabajo cruza dos ejes: por un lado la seguridad alimentaria y por el otro la educación. En este sentido Carlos comenta: «Estamos tratando de llegar a niños y niñas para atender la vulnerabilidad de sus derechos.» Es que sostener el aprendizaje con clases suspendidas resulta complejo. Según denuncia Callescuela las medidas de educación virtual: «no tienen en cuenta en lo mínimo la realidad de niñas, niños y adolescentes pertenecientes a familias de sectores populares. En muchos casos no tienen un celular donde recibir esas tareas, muchas veces no tienen señal en las casas o saldo en el teléfono.» La Asociación no puede abrir los centros comunitarios aún, pero realizan visitas y apoyan de manera virtual este proceso: «Es una tarea titánica, con lxs educadores de callescuela en Alto Paraná, Central y Asunción.»