Conocé la guía elaborada por la Pastoral de Promoción para el Cuidado de la Creación de la Fundación Hora de Obrar en diálogo con las comunidades de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata.
A través de la PPCC, la Fundación Hora de Obrar promueve la acción y reflexión en torno de tres ejes:la eco-teología, la producción sustentable y sostenible y el consumo responsable.
El primero se vincula a una re-lectura de la Biblia poniendo el foco en la importancia del cuidado de la creación, mientras que el segundo eje hace un llamado a entender a la Tierra no sólo como un medio, sino como un ser vivo que debe ser cuidado para convivir en armonía, promoviendo una producción circular, rotativa, armónica y de calidad. Esto lleva a lograr soberanía alimentaria, es decir, que todas las personas puedan acceder al derecho de alimentarse con comida sana. Para que esto ocurra, se busca apoyar el acceso y distribución de alimentos de calidad y saludables para todas las comunidades.
La Pastoral construyó junto a las comunidades de fe de la IERP diez principios para una ecoteología. Este material se inspira en los diez elementos para una agroecología (link) postulados por la FAO (la organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura)
10 elementos para una ecoteología integral
1: El Espíritu de Dios crea la vida humana a partir de la tierra (Gn. 2,7; cf. 6,5-7)
2: La crisis ambiental es un síntoma de un malestar espiritual en toda la ecumene (Mt 24,45-51; Mt 25,13-30; Rm 8,22-39)
3: La cosificación de la tierra y la naturaleza como un instrumento y medio de producción conduce a una relativización de toda la vida creada y al alejamiento de Dios (Gn 1,12.24).
4: La idea de desarrollo progresivo como camino de acceso al paraíso conduce a acumular bienes materiales y a asociar la expectativa de ganar en el mundo con la salvación en el reino de Dios (Ex 16,1-36; Mc 6,23-33).
5: El propósito último de la creación es garantizar la vida plena de toda la humanidad para la comunión de todo entre todos (Gn 1,28-29; 3,23; 2,23; Mc 10,1-16).
6: El ser humano está de paso por el mundo y no tiene otra propiedad en el reino de Dios más que la promesa futura de un cielo nuevo y una tierra nueva junto a todos los demás. De esta manera, en todo tiempo y lugar nadie es dueño de nada y al mismo tiempo todos somos responsables por todo (Job 12,9-10; 1 Pe 1,17; 2,11).
7: El oficio que ejercemos es la encarnación del llamado de Dios en el mundo para el ejercicio del amor al prójimo por todas las criaturas por igual (Is 48,12-13; 55,10; Rm 4,17; 9,12; 1 Pe 2,9; Gal 3,28).
8: Dios pone a la niñez en el centro de su relación con su creación para poner en reflexión las relaciones de los adultos entre si y sus relaciones con la naturaleza (Mt 18,3; Ef 6,1-4; 1Co 13,11-13; Rm 8,38-40).
9: El intercambio ecuménico en actividades ambientales comunes es un testimonio de comunión que además de dar testimonio de la unidad en Cristo es un signo de transformación para el mundo (Jn 17,21-23; 1 Cor 12,27-28; 15,8-10; Mt 16,18-19; Ef 1,15-23; Col 1,16-18).
10: La Iglesia no está al servicio del Estado ni el Estado al servicio de la Iglesia sino ambos al servicio del reino de Dios en todas las luchas por las justicias en el mundo (Ez 21,25-27; Lc 1,31-33; Lc 22:29, 30; Mt 25,31, 32; Ap 11,15; Hbr 11,13; Flp 3,20, 1 Tm 2,1-6.).