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A 8 años del surgimiento del Ni Una Menos, SEDi y Hora de Obrar se unen al llamado de una vida plena y libre de violencias.

Nacido en el 2015 en la Argentina, el movimiento feminista Ni Una Menos, surge ante la necesidad de hacer escuchar las demandas de las mujeres frente a la violencia machista y su expresión más cruel, el femicidio.

De acuerdo a las cifras registradas hasta el 30 de abril de 2023, 99 mujeres han sido asesinadas en lo que va del año en Argentina. La violencia machista en su forma más explícita sigue siendo alarmante, pero aún más preocupante, la falta de respuesta del Estado frente a esta emergencia.

Como cristianos y cristianas que creemos en la vida en abundancia para todos y todas, estamos llamados a denunciar la violencia en todas sus formas. La violencia machista no sólo se manifiesta de maneras explícitas, sino también en las formas más sutiles. Nuestro compromiso con los derechos y la vida, debe movilizarnos para poder reconocer los ámbitos en los que se vulnera la dignidad de las mujeres y de toda la diversidad humana. Pero la denuncia, debe estar acompañada del anuncio, de la construcción de caminos, prácticas, sentidos que dignifiquen los equilibrios que se hayan roto. 

Ahí donde se quebranta la vida y se oprime, podemos poner una voz de aliento, pero también actuar para comprometernos como individuos, sociedad y Estado a que no sigamos haciendo oídos sordos al clamor de quienes sufren. El contexto de polarización y la circulación de narrativas que buscan recortar los derechos conquistados no pueden tener lugar en un mundo en el que queremos que prevalezca la justicia social. Hoy más que nunca estamos llamados a defender los logros alcanzados, pero también a seguir incidiendo para que el Estado brinde una respuesta concreta, comprometida, real y sostenible que ponga fin a la violencia que atraviesa los cuerpos y las vidas de las mujeres.

La violencia machista impide y anula el pleno ejercicio de los derechos humanos. Por eso, hacemos un llamado al Estado para que genere no sólo los dispositivos necesarios de atención y protección que pongan en el centro a las mujeres, sino también mecanismos de prevención que sensibilicen y abran puertas para un mundo de justicia para todos y todas.

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