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La falta de lluvias en Uruguay ha generado una situación de sequía sin precedentes, afectando el suministro de agua en todo el país. Esto pone en evidencia una problemática que se viene gestando en las últimas décadas y que está fuertemente vinculada a la falta de planificación territorial y a la expansión del actual modelo de producción agrícola, que ha avanzado sobre los ecosistemas de agua dulce y los montes nativos.

La situación es aún más preocupante en la capital nacional y su área metropolitana, cuya población -casi dos millones de habitantes- depende de una única fuente de agua dulce. El embalse de Paso Severino, utilizado para abastecer de agua potable a estas zonas, se ha reducido al 2,5% de su caudal normal, y según los pronósticos, se espera que en tan solo 15 días esta reserva de agua se agote por completo.

Para evitar esta crisis, el gobierno está bombeando agua del Río de la Plata y mezclándola con el agua del Paso Severino para lograr su potabilización. Sin embargo, el Río de la Plata, que es técnicamente un estuario, puede presentar altos niveles de salinidad debido al ingreso de agua de mar que recibe -por ejemplo- cuando el Río Uruguay y el Río Paraná tienen bajo caudal. Esto dificulta el proceso de potabilización y, como resultado, la población de Montevideo termina consumiendo agua con altos niveles de sodio, trihalometanos y cloruros. En este marco, el Ministerio de Salud está recomendando a personas con riesgo de hipertensión, pacientes en diálisis y mujeres embarazadas reducir el consumo de agua corriente.

Lamentablemente, no se pronostican lluvias en las próximas semanas y el déficit hídrico es muy pronunciado, lo que hace improbable una pronta solución a esta situación. Esto pone de manifiesto que la problemática va más allá de una falta de lluvias y requiere la modificación profunda de nuestros sistemas de producción y consumo.

“La crisis hídrica actual es una consecuencia del modelo productivo y de los patrones de consumo que ya no son sostenibles. Si bien el cambio climático demanda una acción global para abordar sus efectos, el gobierno y la población uruguaya pueden tomar medidas concretas para mitigar su impacto.” comenta Javier Pioli, docente y secretario teológico del Centro Emmanuel. Una acción fundamental en este sentido es la protección de los ecosistemas asociados a los cursos de agua. “El monte ribereño -por ejemplo-, actúa como una esponja que absorbe el agua de lluvia y la retiene para ir liberando paulatinamente, luego de las precipitaciones. El monte ayuda a generar un caudal más estable en los cursos de agua y protege contra la erosión de los suelos, los que de otra manera ‘se lavarían’ con la primera lluvia. Además, el monte frena el escurrimiento de nutrientes y químicos de uso agrícola, que terminarían directamente en el río, contaminando el curso o favoreciendo procesos de eutrofización. Una función similar tienen los humedales, verdadera reserva de agua dulce en tiempos de sequía.”

“Si bien las muestras de solidaridad, y las cadenas de oración en las comunidades son conmovedoras, no debemos olvidar la importancia de tomar medidas concretas para enfrentar esta crisis. La lluvia no es la única solución, se requieren cambios profundos en nuestros patrones de producción y consumo. La lluvia no será suficiente, y las buenas intenciones no pueden resolver un problema que se ha vuelto estructural.” reflexiona Pioli. 

Invitamos a todas las personas interesadas en esta temática a participar del seminario de ecoteología “Agua, savia de un mundo en movimiento” que brindará el Centro Emmanuel los días 1, 2 y 3 de septiembre. Por más información, visitá el sitio del Centro Emmanuel  (Centro Emmanuel – Seminario AGUA SAVIA DE UN MUNDO EN MOVIMIENTO), o comunicate a: ecoteologia@centroemmanuel.org. 

El Centro Emmanuel tiene como misión promover la reflexión y la formación en el cuidado de la creación desde lo teológico y lo agroecológico y así contribuir a la transformación de la realidad cultural y socio-económica en pos de una vida plena. Esta misión es parte de la acción ecuménica de las iglesias miembros en los ámbitos locales, nacionales y regionales: la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP), la Iglesia Metodista del Uruguay (IMU) y la Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata (IEVRP).

Para mayor información:

Agencia Tierra Viva: Crisis del agua en Uruguay: mala planificación territorial, extractivismo y derechos humanos vulnerados

Informe de FAO Perspectivas para el medio ambiente: Agricultura y medio ambiente

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