SEDi y Hora de Obrar impulsan la iniciativa para iluminar debates actuales sobre autonomía, vínculos de cuidado, desigualdades de género y construcción de comunidades seguras.
Mariana Malgay, coordinadora de Comunicación de la Fundación Hora de Obrar y Pilar Cancelo, directora del Servicio Evangélico de Diaconía (SED) dialogan con Peter Rochon, pastor de la Iglesia Evangélica de Río de la Plata, Andrea Báez, pastora de la Iglesia Evangélica Luterana Unida en un nuevo formato de conversación en vivo que busca abrir lecturas bíblicas desde una perspectiva feminista.
Supervivencia, riesgo y alianzas entre mujeres
Pilar Cancelo abrió el análisis subrayando que la historia pone en el centro “la búsqueda de una vida posible y mejor para las protagonistas en un contexto de extrema vulnerabilidad”. Tanto Rut como Noemí, mujeres viudas y sin acceso a derechos básicos, se ven obligadas a migrar y desplegar estrategias para sobrevivir.
Para Andrea Báez, esta fragilidad se multiplica porque “Ruth es extranjera; no solo viuda sino moabita, y eso la ubica en una posición aún más riesgosa”. A pesar de esa desigualdad, la historia destaca la potencia del vínculo entre ambas mujeres.
Pilar retomó esta lectura para resaltar uno de los ejes del ciclo: cómo las alianzas entre mujeres siguen siendo, hasta hoy, espacios que “nos salvan la vida todos los días”.
Otro punto de la conversación giró en torno a la escena en la que Noemí propone una estrategia de supervivencia a Rut, enviándola a encontrarse con Booz. Mariana contó que es un pasaje incómodo, ambiguo, difícil de leer que permite explorar el riesgo extremo al que se exponían las mujeres para poder vivir dignamente.
¿Y los varones?
Uno de los momentos más potentes del estreno llegó de la mano de Peter Rochon, quien propuso desplazar el foco habitual de la interpretación del libro con respecto al rol de Booz: “¿Hasta qué punto cumplir con la ley es suficiente?”, se preguntó para plantear una reflexión sobre los privilegios masculinos las prácticas sociales actuales: “Hay que mpezar a desnaturalizar un poco esta situación de privilegios en la que muchos varones estamos todavía decidiendo sobre la vida de muchas mujeres y de muchas de muchas compañeras”
Entre análisis, risas, dudas y preguntas abiertas este episodio de Las Ruteras deja planteado un desafío: leer la Biblia desde una perspectiva feminista y actualizada, donde no solo se exalten la valentía y resiliencia de las mujeres, sino que también se cuestionen las estructuras que las colocan en situaciones de riesgo y el lugar de los varones en la transformación social.