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De la mano de la Pastoral de Promoción para el Cuidado de la Creación (PPCC), en el Día Mundial del Medio Ambiente, el pastor Jorge Buschiazzo nos invita a reflexionar.

Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es desechable, si se toma con acción de gracias.
1 Timoteo 4,4

Hoy es un buen día para dar gracias a Dios por toda su creación, y especialmente por la capacidad y sensibilidad que nos ha dado a los seres humanos, no solo de vivir, sino también de ser protagonistas de nuestra propia historia.

Dios es el creador del cielo y la tierra. Así lo dice el primer libro de la Biblia, el Génesis.
La tierra es nuestro único hogar. Y a ella nos debemos.

Dios ha puesto al ser humano como mayordomo de los bienes que de la tierra obtiene. El contacto con la tierra siempre engendra en el hombre la esperanza y la dignidad.

La tierra es fundamentalmente el ser creado por Dios que siempre espera. La tierra es profundamente intuitiva, porque en ella anida la experiencia de los ciclos de la historia.
Si comprometemos nuestras manos con el odio, el miedo, la violencia, el desprecio por la vida misma, con la destrucción del ecosistema, con la ambición encarnizada de acaparar la mayor cantidad de recursos, privando al resto de lo esencial para la vida, si creemos que somos dueños de lo que no es nuestro, no habrá Esperanza, no habrá un nuevo mañana. No habrá futuro.

Tenemos que comprometer nuestras manos en la siembra. Que la madrugada nos encuentre sembrando. Desde el Evangelio ético.

Crear pequeños sembrados con cariño, con verdad, con desinterés, jugándonos limpiamente por la luz en la penumbra del amanecer. Trabajo simple que nadie verá y que no será noticia. Porque la única noticia auténtica de la siembra la da sólo la tierra y la historia, y se llama cosecha. En las mesas se llama pan. En el hogar y la familia dignidad.

Si en cada siembra de nuestros pueblos, hombres y mujeres, niños, jóvenes y ancianos, instituciones se comprometen en esa siembra humilde, para cuando amanezca tendremos sustento y dignidad para todos. Porque nuestra tierra es fértil y bondadosa.

Tendremos paz y pan para trabajar, para compartir y si es necesario regalar. Si amamos nuestra tierra, que la mañana siempre nos encuentre sembrando. Amén

* A través de la PPCC, la Fundación Hora de Obrar busca promover una conciencia crítica y movilizadora sobre la responsabilidad cristiana y de las comunidades de fe en a la promoción del cuidado de nuestra casa común. Promueve diálogos sobre las actuales prácticas productivas en el ámbito rural vinculadas al modelo de desarrollo agroexportador y también sobre lo que consumimos las ciudades y sus consecuencias para la salud y el medio ambiente.

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