En busca de un futuro más verde y sostenible, Marino Jungblut, un apasionado productor yerbatero de la región de Ruiz de Montoya, Misiones, ha decidido marcar la diferencia incorporando árboles nativos en su chacra.
En colaboración con el programa «Crece Selva Misionera», que se dedica a la protección y recuperación del bosque nativo en la provincia, se han plantado 300 especies autóctonas en la chacra de Marino Jungblut. Aunque lamentablemente algunos no sobrevivieron debido a la última sequía que azotó la región, la iniciativa ha dejado un valioso aporte al medio ambiente.
«Crece Selva Misionera» ha establecido una estrecha colaboración con viveros locales para la producción de estas especies nativas, asegurando la diversidad y adaptabilidad de los árboles plantados. Asimismo, el programa trabaja de la mano con el municipio para fomentar y respaldar acciones de reforestación en la localidad.
La incorporación de árboles nativos a la chacra de Marino Jungblut no solo contribuye a mejorar la calidad del suelo, sino que también desempeña un papel crucial en la captura de dióxido de carbono y en la fijación de la humedad del suelo. Además, estos árboles se convierten en refugio y hábitat para cientos de especies locales, enriqueciendo la biodiversidad de la zona.
Esta valiosa iniciativa es un ejemplo inspirador para otros productores y para la comunidad en general. La unión entre productores y organizaciones como la Fundación Hora de Obrar y el programa Crece Selva Misionera, demuestra que es posible lograr un impacto positivo en el ambiente cuando se trabaja en conjunto por un objetivo común.
Para conocer más sobre esta labor y el trabajo realizado junto con Marino Jungblut para preservar el medioambiente, te invitamos a ver el siguiente video:
Con acciones concretas como esta, se reafirma la importancia de cuidar y proteger nuestros recursos naturales, preservando la belleza y la diversidad de nuestros ecosistemas, garantizando un futuro más prometedor para las generaciones venideras.