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La zona de El Impenetrable de la Provincia del Chaco, Argentina, ha sufrido ciclos de sequías e inundaciones recurrentes durante los últimos 20 años. Este año, la sequía sumada a la emergencia de la pandemia del COVID-19, ha puesto en mayor vulnerabilidad a familias de pequeños agricultores y comunidades indígenas de la zona.

En respuesta solidaria a esta situación, organizaciones parte del Foro Argentina de ACT Alianza: CREAS, SEDI, Hora de Obrar y Church World Service se unieron para constituir un fondo de respuesta rápida para apoyar a la Junta Unida de Misiones (JUM), una institución que acompaña a pueblos indígenas de la zona desde hace más de 50 años, en el proyecto de acción humanitaria: “Acceso al agua como derecho fundamental para el goce pleno de la vida”

El proyecto apunta a la construcción y mejoramiento de infraestructuras de agua, tanto para consumo humano como para uso agrícola y ganadero, así como la formación en su construcción y mantenimiento a referentes comunitarios rurales de los municipios de Castelli y Miraflores, Chaco. Esta iniciativa también busca la reactivación de actividades productivas que se vieron afectadas por la sequía y la pandemia, y que garantizan la seguridad alimentaria de la población.

Según la JUM, durante años recientes se ha dado un incremento en la frecuencia de tiempos de sequía prolongada en Chaco. La escasez de lluvia ocasiona la pérdida de la producción vegetal, incendios forestales, una alta mortandad de animales y también una fuerte baja en las ventas por el aislamiento social. Este fenómeno trae consigo un deterioro alimenticio y sanitario de la población, acompañado de migración forzada del campo a la ciudad.

Frente a este panorama, como Foro ACT Argentina nos articulamos en cooperación ecuménica con la JUM, que junto a organismos públicos como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Secretaría de Agricultura Familiar (SAF) y las intendencias de Juan José Castelli y Miraflores, fortalecerá esta iniciativa para garantizar el derecho al agua a través de procesos de “educación” en relación al cuidado y uso racional del agua y mantenimiento de las infraestructuras ya existentes.

De esta forma se buscará beneficiar a 232 personas integrantes de familias agricultoras y comunidades indígenas en la zona focalizada, mediante la construcción y reparación de aljibes, limpieza y desbarrado de represas, y reparación de pozos. Las personas que se beneficiarán con la iniciativa serán pequeños productores y productoras, changarines, artesanos y artesanas que hayan visto afectada su producción y comercialización, así como la población en grupos de riesgo en relación con el Covid-19.

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