La Federación Argentina de Iglesias Evangélicas manifiestó «preocupación y rechazo» frente a los «graves incidentes» que tuvieron lugar tras la aprobación de la ley que promueve la zonificación para la explotación minera de plata, plomo y cobre.
«No somos ajenos a los peligros ambientales que tales emprendimientos son capaces de generar y rechazamos abiertamente que los mismos hayan sido aprobados a espalda de los intereses del pueblo que solo quiere garantías para una vida sin contaminaciones.»
En el comunicado publicado el viernes 17 de diciembre, la FAIE acompaña el reclamo por
«la inmediata derogación de la ley XVII N° 149 de Zonificación de la Actividad Minera en Chubut» y el decreto 1285/21 del gobernador Arcioni.
Las iglesias exigieron además «el cese de las manifestaciones violentas y la represión institucional.» En este sentido enfatizaron que «el derecho a la protesta y movilización tiene que ser encauzado pacíficamente y no debe ser reprimido.»
«El agua es un derecho humano para la vida. La generación de divisas no.» Así cierra la declaración que lleva la firma de su presidente, el pastor de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, Leonardo Schindler.