En el Día Internacional de la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, la Fundación Protestante Hora de Obrar se une al llamado global para fortalecer los derechos de las mujeres con una campaña regional de 16 días de activismo para mostrar qué hacen las organizaciones de ACT Alianza para superar la violencia y consolidar la democracia.
Las violencias basadas en género privan a millones de mujeres y niñas de la posibilidad de una vida plena. Sus raíces se encuentran en discursos y prácticas asimétricas que limitan el acceso a recursos y oportunidades, repercutiendo directamente en sus vidas, cuerpos y derechos.
En este momento crítico, marcado por el aumento de discursos de odio y la escalada de violencia hacia mujeres y diversidades en toda la región, es esencial contar con Estados comprometidos, destinando recursos para contrarrestar esta problemática y promoviendo el desarrollo de las mujeres, garantizando derechos e igualdad de oportunidades.
En este sentido, las organizaciones basadas en la fe juegan un papel fundamental, ya que sus valores cristianos las impulsan a promover una vida digna y plena para todas las personas, especialmente aquellas que enfrentan desigualdades estructurales.
La comunidad de prácticas de género de la Alianza ACT para América Latina y el Caribe ha sistematizado experiencias que reflejan los esfuerzos para contribuir a la erradicación de la violencia de género. Estas iniciativas van desde la promoción de discursos liberadores hasta el desarrollo de expresiones artísticas y la formación teológica, buscando transformar las normas y prácticas que sostienen dicha violencia.
No son solo números
ONU Mujeres indica que «invertir en la prevención significa invertir en mujeres y niñas». Advierte que la violencia de género es el resultado de normas opresivas, sesgos de género arraigados e injusticias económicas generalizadas. De esta forma, si se busca prevenir la violencia de género, la solución radica en respuestas sólidas que incluyan invertir en la prevención.
Sin embargo, según los datos disponibles, es alarmante la escasa cantidad de recursos económicos que los países están comprometiendo para contrarrestar la violencia contra las mujeres y las niñas.
En este contexto, recordamos la importancia de la campaña de 16 días de activismo contra la violencia de género, que se inicia el 25 de noviembre y concluye el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos. Bajo el lema «UNIR! Invertir para prevenir la violencia contra mujeres y niñas«, la campaña insta a ciudadanos y gobiernos a compartir acciones concretas para crear un mundo libre de violencia.
El Programa global para la Justicia de Género y la Comunidad de Práctica de América latina y el Carible de la Alianza ACT destacan que los datos son claros: las mujeres y las niñas siguen estando subrepresentadas, sobreexplotadas, silenciadas y oprimidas. Pero las mujeres y las niñas no son solo números en informes y estadísticas globales. Están en el centro del cambio que necesitamos lograr. Debemos hacer más y invertir más, ya que la violencia no es solo física y las formas de violencia de género son variadas.
Los liderazgos y las organizaciones religiosas tienen un papel clave que desempeñar. Muchas normas y actitudes sociales se basan en prácticas y enseñanzas religiosas. Tenemos la responsabilidad ética de actuar y lograr un mundo libre de injusticia y violencia. Instamos a la sociedad civil, gobiernos y organizaciones basadas en fe a unirse con determinación en este llamado urgente por una vida digna, plena y libre de violencias para todas las personas.