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Cincuenta líderes y lideresas religiosas y representantes de organizaciones basadas en la fe de América Latina y el Caribe piden a los gobiernos aumentar el financiamiento y escuchar las voces de las comunidades más afectadas por el cambio climático.

Fundación Hora de Obrar y la Iglesia Evangélica del Río de la Plata participaron del evento en la capital de Brasil del 18 al 20 de marzo para coordinar esfuerzos con el fin de lograr un compromiso en el camino hacia la COP30, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2025. 

Entre los principales resultados del encuentro, el llamado a los gobiernos pide “que demuestren liderazgo” en 5 áreas clave:

  1. Cumplir con las promesas de financiamiento
  2. Garantizar la integralidad del Fondo de Pérdidas y Daños
  3. Acelerar una transición justa para dejar de depender de los combustibles fósiles,
  4. Incrementar el financiamiento para las necesidades de adaptación incluyendo la salud integral,
  5. Priorizar la participación y el reconocimiento de las poblaciones más afectadas y excluidas.

También destaca que “la COP30 en Belém es un momento crucial para reafirmar nuestro compromiso en nuestra lucha por la justicia climática. Marca el décimo aniversario del Acuerdo de París, un compromiso histórico para limitar el aumento de la temperatura global. Además, coincide con la necesidad de que cada país presente Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (las NDC, por sus siglas en inglés) actualizadas, y ambiciosas, demostrando sus compromisos para acelerar la acción climática.»

El documento completo puede leerse aquí en español

“Esperar el mañana nos lleva a luchar ahora”

Durante el encuentro la obispa Marinez Bassotto, primada de la Iglesia Episcopal Anglicana de Brasil, enfatizó el papel de la esperanza en la movilización de las comunidades de fe para combatir las causas y consecuencias de la crisis climática. “Esta esperanza está viva, nos mantiene en movimiento y nos impulsa a actuar hoy. Esperar el mañana nos lleva a luchar ahora. Para quienes creen, la esperanza es un verbo: se convierte en acción”, expresó. “Debe despertarnos una conciencia de la profunda interconexión de toda la creación, una interdependencia recíproca. Esto, a su vez, debe inspirarnos a adoptar una actitud de solidaridad y cuidado, una postura que nos revele como hijos de Dios”. 

Los y las participantes representan comunidades de fe de toda América Latina y el Caribe, incluidos Brasil, Colombia, Argentina, Perú, Panamá, Bolivia, Honduras, El Salvador y la República Dominicana de iglesias católicas, anglicanas, luteranas, metodistas, menonitas, anabaptistas y reformadas, así como organizaciones religiosas nacionales y regionales y redes indígenas.

Con la próxima cumbre climática mundial programada para realizarse en la región amazónica, el impacto de la emergencia climática sobre los pueblos indígenas fue un punto central de las discusiones en Brasilia. “Reconocemos especialmente el papel de los pueblos indígenas, quienes han vivido en la Amazonía durante milenios, cuidando el ecosistema y transmitiendo conocimientos de generación en generación para preservar su hogar”, afirmó Jocabed Solano, de Panamá, directora de Memoria Indígena. 

“La iglesia, en su compromiso con la justicia ambiental y social, debe apoyar firmemente a estas comunidades en su lucha por defender sus territorios y reconocer su invaluable contribución al planeta”, agregó Solano, quien también forma parte de la Comisión del Consejo Mundial de Iglesias sobre Justicia Climática y Sostenibilidad.

El obispo católico Jerry Ruiz, de Honduras, reflexionó sobre el significado de trabajar

ecuménicamente hacia la COP30. “Independientemente de nuestras creencias religiosas, creo que lo que nos une es el mismo espíritu. Nos une el clamor de la tierra, el clamor de los pobres, la necesidad de justicia, las comunidades criminalizadas, desplazadas y asesinadas”, expresó. “Y esto debe ayudarnos a superar nuestras diferencias, porque es el Reino de Dios lo que nos une en el mismo propósito y el mismo objetivo”, añadió Ruiz.

El evento fue organizado por el Consejo Mundial de Iglesias, ACT Alliance, Christian Aid, Anglican Alliance, la Oficina de la Comunión Anglicana ante la ONU, la Federación Luterana Mundial y Caritas Internationalis, reuniendo a diversas voces de fe comprometidas con la justicia climática. 

La participación de la Fundación Hora de Obrar en este espacio reafirma su compromiso con el cuidado de la creación y la promoción de políticas y acciones que prioricen el bienestar de las comunidades más vulnerables ante el cambio climático.

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