Cómo integrar la gestión de riesgos y la prevención de emergencias en grupos comunitarios locales

La estrategia de la Fundación Hora de Obrar buscó coordinar los esfuerzos, capacidades y recursos de comunidades, organizaciones y gobiernos para prepararse frente a incendios, inundaciones y otros desastres. El caso de la provincia de Misiones y el rol clave de las comunidades de fe.

En el verano de 2021/2022, incendios forestales devastaron la provincia de Misiones. Las llamas avanzaron rápidamente afectando a comunidades enteras y áreas protegidas. En muchas localidades, esto evidenció la importancia de contar con herramientas para prevenir emergencias y actuar con rapidez cuando estas ocurren. Era urgente mejorar la gestión de riesgos en la región. 

En este escenario, con el apoyo de Pan para el Mundo, la Fundación Hora de Obrar emprendió un proyecto integral que buscó preparar a los diversos grupos comunitarios a enfrentar los incendios, pero por sobre todo, fortalecer la capacidad de prevenirlos.

La campaña de respuesta directa ante la emergencia

En 2017, tras intensas inundaciones en la provincia de Entre Ríos, la Fundación Hora de Obrar ya había identificado que capacitarse para responder a las emergencias era una prioridad. Por ello se gestionaron capacitaciones para el personal y se hizo una campaña de sensibilización dirigida a las congregaciones de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata. Posteriormente, en 2020, gracias al apoyo de Pan para el Mundo, la cooperante para Gestión de Riesgos y Emergencias, Martina Grahl, se integraría al equipo de la fundación, con el objetivo de  sistematizar e intensificar estos esfuerzos.

En diciembre de 2021, Argentina declaró una emergencia ígnea en la provincia de Misiones, como consecuencia de una combinación de altas temperaturas, sequías prolongadas, la bajante histórica del río Paraná.

En este contexto, y aprovechando el aprendizaje adquirido en los años anteriores, Hora de Obrar coordinó acciones para dar respuesta directa al personal de emergencia que combatía los fuegos. Junto a 8 parroquias de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata en 25 de Mayo, Alba Posse, Leandro N. Alem, Eldorado, Jardín América, Oberá, Ruiz de Montoya, Posadas y Puerto Esperanza, se logró dar una respuesta efectiva a nivel local.

Para lograrlo se relevaron necesidades y se mapearon los recursos disponibles en las zonas afectadas y se evaluó de qué manera se podía colaborar. Así se conformó un equipo de coordinación de acciones de la Fundación Hora de Obrar y referentes del distrito, en Buenos Aires y Misiones, y se lanzó una campaña de respuesta inmediata en dos frentes:

  • Donación online para la compra de  bebidas y equipamiento para el personal de emergencia
  • Red local de donaciones directas en ocho parroquias de la IERP que recibieron y distribuyeron bebidas embotelladas.

En una segunda instancia, como respuesta a mediano plazo, se relevaron necesidades específicas de equipamiento de los cuarteles de bomberos y se compraron botas, mochilas y sistemas de comunicación entre otros elementos indispensables para combatir el fuego de forma segura.

Gracias a este esfuerzo coordinado y una rápida movilización, se logró recaudar más de un millón y medio de pesos (alrededor de 6500 USD). Estos fondos permitieron abastecer de agua embotellada y equipamiento de emergencia a diez cuarteles de bomberos. El equipo incluyó 1 equipo de radiocomunicación y una antena, 24 pares de botas de seguridad ignífugas, 8 mochilas incendios forestales, 1 manguera para incendios y 4 linternas de cabeza.

La rápida coordinación y comunicación entre referentes locales y la Fundación hizo posible que esta primera ayuda llegará a su destino, en muchos casos, antes que la de cualquier otro actor local.

Actuar antes: el plan de capacitaciones y sensibilización

Terminada la emergencia, las acciones continuaron. Entre 2021 y 2024 se realizaron una serie de talleres en la provincia, como también en Chaco, Buenos Aires y Paraguay alcanzando a más de 600 personas.

Para la cooperante, Martina Grahl, estas instancias no enseñan cómo responder ante emergencias, sino que también promueven una conciencia preventiva: «El cambio climático incrementa la frecuencia de desastres. Es crucial que las comunidades identifiquen riesgos locales y desarrollen planes concretos para mitigarlos», explicó.

En 2024, en las ciudades de Capioví y Ruiz de Montoya de Misiones, bomberos voluntarios, funcionarios municipales y miembros de comunidades mbya asistieron a talleres de gestión de riesgos. “Está muy bueno porque te llenás de conocimientos que son muy fundamentales para la vida cotidiana”, comentó la bombero voluntaria de Puerto Leoni, Tamara Acosta.

Las capacitaciones incluyen desde charlas sobre riesgos geofísicos hasta la formación de comités locales para la organización comunitaria. Jorge Fernández, referente para esta temática en CREAS, acompañó este proceso. «Pusimos en valor las experiencias locales y las complementamos con nuevas informaciones y estrategias. Esto permite fortalecer capacidades locales y pensar cómo trabajar a futuro».

Durante los talleres, se compartieron herramientas prácticas para analizar los riesgos y elaborar planes comunitarios. “Los municipios pequeños, como los de esta región, tienen experiencias valiosas que deben integrarse en los planes más amplios. Lo que hacemos es complementarlas con nuevas herramientas”, enfatizó Fernandez.

El rol clave de las comunidades de fe

Las previsiones climáticas actuales son preocupantes: en 2030, el mundo podría enfrentarse a 560 desastres al año. Más alarmante aún, se estima que casi 40 millones de personas podrían caer en la pobreza extrema debido a los efectos del cambio climático y los desastres.

En este escenario es difícil hallar esperanza. Martina Grahl lo tiene bien claro. “Siempre abro los talleres preguntando por qué si hay organizaciones expertas, deberíamos involucrarnos. Y la respuesta es simple. Las organizaciones de fe trabajan a partir de los valores de solidaridad y compasión. El trabajo diacónico junto a las personas pobres y marginadas, el trabajo por los derechos, ya es un aporte.” 

Además hay contribuciones específicas para prevenir y actuar ante las emergencias. “Hay un rol irremplazable del Estado pero también la iglesia tiene muchas capacidades. Por ejemplo, puede organizar a las personas y hay infraestructura que pueden poner a disposición”, indicó la experta: “Además de eso, tenemos el compromiso de cuidar a la creación y hay muchas acciones locales que podemos hacer para reducir los riesgos de desastres en las comunidades”.

Como complemento de los talleres, en 2022, Hora de Obrar creó un manual dirigido a grupos jóvenes para aprender a organizar campamentos más seguros. El manual define conceptos clave, explica cómo analizar y evaluar los riesgos potenciales para planificar la actividad y gestionarlos de forma eficaz. Así la comunicación se destaca como un elemento fundamental que atraviesa todas las etapas de la gestión de riesgos, tanto dentro del equipo organizador como con los y las participantes, sus familias y las autoridades.

Enfoque integral

Integrar la gestión de riesgos con otros proyectos ha demostrado ser eficaz para lograr impactos más amplios. Así por ejemplo, con el equipo del programa de reforestación, Crece Selva Misionera, y el del programa Fortalecimiento Mbya se organizaron jornadas de reforestación en aldeas indígenas, para conservar las vertientes y prevenir inundaciones junto a una de las poblaciones más vulneradas. A su vez referentes indígenas se capacitaron en gestión de riesgos. Así lo destaca el docente indígena de la comunidad Azul, Juan de Dios Mendez: “Es un conocimiento no solo para mí sino para toda la comunidad; un aprendizaje para estar alertado cuando suceden incendios”.

La articulación en el Foro ACT y la proyección nacional

El proyecto también buscó generar sinergias a nivel nacional. El Foro ACT Argentina es un espacio de articulación integrado por cuatro organizaciones de fe miembro de la red de iglesias protestantes ACT Alianza. Bajo el liderazgo de Hora de Obrar y CREAS, el Foro cuenta ahora con su Plan de Respuesta y Preparación para poder brindar y acompañar una respuesta adecuada ante posibles emergencias a nivel local, como una mejor claridad sobre roles y responsabilidades y también limitantes y necesidades de capacitación para el futuro. Este insumo es fundamental para acceder a fondos de emergencia y actuar en el durante y el después. Este plan incluye un análisis del contexto argentino y los principales riesgos.

Conocer los riesgos, invertir en prevención y generar redes 

En tres años de intenso trabajo, la Fundación Hora de Obrar ha consolidado un modelo que combina capacitación, fortalecimiento institucional y sensibilización comunitaria. Así más de 600 personas, entre funcionarios y líderes comunitarios, han sido entrenadas con herramientas específicas para identificar y gestionar riesgos locales.

Pero los aprendizajes trascienden las cifras: “Lo más valioso es que las comunidades han comenzado a verse como protagonistas. Ahora saben que prevenir un desastre es tanto su responsabilidad como la de las autoridades”, reflexiona Jorge. Este enfoque colaborativo y preventivo, como destaca también Martina, demuestra que conocer los riesgos, invertir en recursos y fomentar la organización comunitaria no sólo mitiga los daños, sino que puede salvar vidas. 

La experiencia de Hora de Obrar en la provincia de Misiones no solo beneficia a las comunidades locales, sino que se presenta como una experiencia replicable en otras regiones de Argentina: “El cambio climático no conoce fronteras. Cada inversión en prevención hoy es un desastre menos mañana,” concluyó Martina. 

Un incendio forestal es un fuego descontrolado de rápida propagación que afecta a bosques, llanuras, pastizales y pasturas. El 95% se producen por acción humana. Para evitarlos es importante que tengas en cuenta estas recomendaciones.

Consejos prácticos para reducir el riesgo de incendios este verano

Un incendio forestal es un fuego descontrolado de rápida propagación que afecta a bosques, llanuras, pastizales y pasturas. El 95% se producen por acción humana. Para evitarlos es importante que tengas en cuenta estas recomendaciones
Foto: Misiones Online
🔥 Recomendaciones
  • Evita fumar y arrojar fósforos, colillas o botellas rotas en el suelo ya que pueden ser un medio para generar fuego por la intensidad del sol.
  • Si realizás una fogata, colocá piedras alrededor del fuego y asegurate de apagarlo correctamente con agua o tierra.
  • Evitá encender fuego en época de sequía.
  • Si ves un incendio forestal, avisá de inmediato a los bomberos. Recordá que una columna de humo significa la posibilidad de un incendio forestal.
🔥 Si vivis en una zona con riesgo de incendios forestales, como Misiones:
  • No apiles troncos ni ramas cerca de la casa. Mantené el pasto corto y construí una línea de defensa de al menos 3 metros de ancho sin vegetación alrededor de la vivienda.
  • Mantené los techos, canaletas y desagües libres de hojas, ramas y pinocha, ya que en un incendio es material combustible que alimenta al fuego.
  • Si tenes pileta, mantenela con agua durante todo el año, ya que puede ser utilizada por los bomberos para controlar el avance del fuego.
  • Si contás con tubos de gas o un depósito de gas butano (Zeppelin), es muy importante que te asesores sobre las normas de seguridad apropiadas.
  • Si tenes depósitos con combustibles líquidos (nafta, gasoil), asegurate de que se encuentren en lugares libres de basura o leña y lejos de la exposición solar. Colocá cartelería informativa y a la vista.
  • Es recomendable usar rejillas matachispas en los escapes de los vehículos para circular por el monte.

Ante una emergencia comunícate al 911

🔥 Si estás ante una situación de riesgo por un incendio forestal, te recomendamos:
  • Tratá que el suelo alrededor de la vivienda esté húmedo para evitar el avance del fuego.
  • Mantené las puertas y ventanas totalmente cerradas para evitar el ingreso del humo y de las chispas.
  • No salgas de tu casa a menos que el personal de bomberos o de las Fuerzas de Seguridad (Defensa Civil, Policía) te lo indique o que el riesgo de incendio de la vivienda sea inminente.
  • Si la autoridad determina la evacuación, acatá las indicaciones. Procurá cubrirte boca y nariz con un paño, para no inhalar humo.
  • Procurá caminar cerca de aguas abiertas poco profundas (ríos, lagos o lagunas), que podrían servirte como vías de evacuación.
  • No vuelvas a un área quemada. Los sitios calientes pueden reactivarse sin previo aviso.
  • En caso de quedar rodeado por el fuego, trata de llegar a la zona ya quemada, alejándote del fuego por las zonas laterales del mismo y en sentido contrario a la dirección del viento.
  • Nunca te sitúes en la parte alta de una montaña ni corras en sentido ascendente, el fuego avanza y sube 17 veces más rápido que tú.
  • Si la situación se torna peligrosa, acuéstate en el suelo y trata de respirar a través de una prenda mojada. Nunca intentes huir de la zona atravesando caminos afectados por el fuego o por columnas de humo.
¿Dónde encontrar está información y más?

Consejo de Federaciones de Bomberos Voluntarios de la República Argentina en https://www.argentina.gob.ar/sinagir/incendio-forestal/prevencion

«Pasos Verdes»: Un sendero ecológico para aprender y cuidar la naturaleza

Con el apoyo de la Fundación Hora de Obrar, el Jardín de Infantes del Colegio Holandés de Tres Arroyos impulsa un espacio de educación ambiental que busca acercar a la comunidad al valor de las plantas nativas, la biodiversidad y el cuidado de la creación.

El sendero, ubicado en el Parque Miedan de Tres Arroyos, Provincia de Buenos Aires, ofrece a quienes lo visitan un recorrido interpretativo donde es posible conocer distintas especies de flora autóctona. Cada planta está identificada con carteles informativos escritos a mano por los niños y niñas del jardín, y códigos QR. Al escanearlos, se accede a datos que los más pequeños recolectaron sobre cada especie, compartiendo así el fruto de su aprendizaje con toda la comunidad.

Los plantines que forman parte del sendero se cultivaron en la huerta ecológica del jardín, en la que las infancias aprenden a sembrar y cuidar las plantas nativas. Esta labor no termina aquí: el próximo año, el proyecto continuará sumando información y nuevas especies, sembrando semillas en el vivero y trasplantando en el parque para seguir alimentando el sendero.

Educación ambiental con raíces locales

El Sendero Ecológico “Pasos Verdes” es mucho más que un recorrido natural; es una herramienta educativa que permite a niños, niñas y sus familias conectar con el entorno y comprender el valor de los ambientes pampeanos. En un contexto donde estos ecosistemas enfrentan modificaciones constantes, contar con estos relictos de pastizal representa una oportunidad única para aprender sobre la biodiversidad y reflexionar sobre cómo nuestras acciones cotidianas afectan a nuestro entorno.

Al recorrer “Pasos Verdes”, no solo descubrimos el valor de las plantas nativas y su importancia para el equilibrio ecológico, sino que también reforzamos el compromiso de cuidar nuestro entorno. La posibilidad de vincularnos con la naturaleza, disfrutarla y aprender de ella es, sin duda, una experiencia transformadora.

Fortaleciendo redes de cuidado comunitario 

Antigua Guatemala fue el escenario de la reunión de la Comunidad de Práctica de Apoyo Psicosocial Basado en la Comunidad. Este evento, organizado por la Alianza ACT, reunió a representantes de distintos países para fortalecer estrategias de cuidado comunitario frente a las adversidades de nuestra región.

Del 20 al 22 de noviembre, se evaluó la efectividad de las estrategias actuales de apoyo psicosocial y se compartieron experiencias de aprendizaje, con enfoques específicos en las acciones realizadas en El Salvador y Chile. La colaboración permitió trazar un horizonte claro al definir un plan de acción para 2025-2026, con metas, actividades e hitos para fortalecer el trabajo de los 12 foros de ACT en la región.

La reunión contó con la valiosa participación del Lic. Selvin Chan, del Programa de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública de Guatemala, y con un taller de cuidado a cargo de la Lic. Lissette Ordoñez. Estos espacios permitieron profundizar en enfoques de cuidado que, en contextos de desigualdad y desamparo, se convierten en una respuesta contracultural y esencial para el bienestar colectivo.

El cuidado psicosocial basado en la comunidad no es solo una estrategia de contención: es una herramienta de transformación social. Cuando los procesos de apoyo están enraizados en las comunidades, se fortalecen las redes locales, potenciando proyectos colectivos que defienden la dignidad y el derecho a la salud mental”, comentó Martín Elsesser, responsable del proyecto de Diaconía Comunitaria de Hora de Obrar y psicólogo social. 

Desde Hora de Obrar, celebramos estas iniciativas y reafirmamos nuestro compromiso con el cuidado integral de las personas y comunidades, como parte esencial de nuestra misión de justicia y solidaridad.

Una moabita decidida. Una historia bíblica de migración y justicia ambiental

Cuando los imperios quieren más, y no paran hasta conseguirlo, la gente no para de sufrir. Esto era justamente lo más difícil. La lucha por la tierra entre los países vecinos ponía en peligro todo el tiempo a la gente, sobre todo, en el campo. Reflexiones sobre la historia de Ruth y Noemí.
FOTO: UNRWA España – www.unrwa.es

Por el Pastor Jorge Weishein

Las especies del mundo en sus orígenes eran mayormente nómadas, las personas también. Básicamente esto era así porque el mundo no era de nadie, o en el mejor de los casos, sólo de Dios. En realidad, la gran noticia de nuestros días es la reducción de la biodiversidad de los
ecosistemas, la gran cantidad de especies en vías de extinción. Las personas estamos de paso, en viaje. Este viaje tiene códigos, para que lo podamos disfrutar.

Cuando los imperios quieren más, y no paran hasta conseguirlo, la gente no para de sufrir. Esto era justamente lo más difícil. La lucha por la tierra entre los países vecinos ponía en peligro todo el tiempo a la gente, sobre todo, en el campo. En la tierra siempre viven especies. La tierra nunca es inerte y jamás está deshabitada. La tierra es un ser vivo en constante transformación. Algunas personas cuando la habitan creen tener más derecho que todas las demás especies, incluso otros seres humanos. La lucha por la propiedad y el control de la tierra es siempre una lucha inmoral.

En el Antiguo Testamento, la historia de Ruth es la historia de un viaje, con sus sueños y contradicciones, sus idas y vueltas. Una de esas tantas historias desde que el mundo es mundo. La gente que vive en una tierra, trata de vivir bien, en paz, pero la situación del país y del contexto no ayuda. Los esfuerzos de la familia son insuficientes de cara a tantos frentes. Era necesario hacer algo al respecto y tomaron una decisión.

Esta historia empieza con una migración. Si tenemos en cuenta que en nuestros días migran unos 300 millones de personas por año en todo el mundo, esta es una realidad conocida. Pero esta historia empieza antes de conocer a Ruth. La historia empieza con Noemí y su familia. Ellos vivían en el campo, en la zona de Belén. Están cansados de los ataques y la guerra eterna entre su tribu y las tribus vecinas. La guerra es una peste crónica alimentada de egos perversos y sufrimientos espantosos. Pero, la gente del campo, es la más vulnerable porque está más aislada y es la que tiene más que perder porque vive de producir alimentos. Esto es un gran botín para cientos de hombres hambrientos. Los ejércitos devoran todo a su paso. No por nada la biblia compara los ejércitos muchas veces con una plaga de langostas. Las mujeres siempre fueron parte del botín. La guerra suele ser una cosa de hombres pero no de cualquier tipo de hombres. La guerra sigue usando costumbres de hombres abusadores y violentos. La necesidad de humillar y de hacer sufrir, y en este caso, la costumbre de violar, sigue siendo una estrategia de guerra. 

Noemí conoció esta realidad en su tiempo, en su propio cuerpo, en su propia familia. Ella habló con Elimélec. Era preferible vivir en el extranjero como trabajadores informales que seguir sufriendo en su propio país como si fueran extraños. Ella, una mujer muy dulce y él una persona muy creyente. Ellos eran padres de dos hijos, Mahlón, que vivía enfermo, y Quilión, que nació muy débil. La situación familiar era precaria, los medios que tenían eran insuficientes y los problemas económicos y políticos en el país sólo trajeron dudas y cada vez más miedo. La incertidumbre los llevó a decidir migrar a un país vecino. Un país rico, un poco más estable y con más medios para poder vivir. En nuestros días, la mitad de las personas migrantes son mujeres, sin embargo, ellas tienen la mitad menos de posibilidades de encontrar trabajo que los varones.

Esta decisión es dura. Implica dejar su casa a algún pariente, su tierra, sus ingresos, sus familias, sus amistades, para ir a otro país a empezar de nuevo. En el origen, sus países eran pueblos hermanos, pero la historia los dividió en regiones distintas. El reino de Moab fue un enemigo histórico del reino de Judá. Las escrituras advierten permanentemente sobre el peligro de Moab y describen medidas extremas contra la tierra, los árboles, los ríos, las mujeres y los príncipes. Sin embargo, la familia de Elimélec se siente más segura viviendo y trabajando entre aquellos enemigos que sometida a la violencia y el hambre permanente en su propio pueblo.

La gente en Moab vive más tranquila y es un país próspero. El idioma es similar entre sus pueblos. Elimélec y su familia siguieron la tradición migrante del pueblo hebreo, un pueblo trabajador y nómada, trabajadores golondrina, que se ofrecían como changarines para distintos trabajos. La familia decidió ir al otro lado del Mar Muerto, cruzar Sodoma y Gomorra, y probar suerte.

Los imperios que conquistaron esta región palestina usaron siempre las internas entre los pueblos para alimentar las guerras entre ellos, pero a la hora de la conquista militar y su sometimiento económico, no tuvieron la más mínima compasión con ninguno de ellos. Esta historia trasciende las fronteras de estos pueblos y tiene algo para decir sobre la situación en estas tierras.

Las cosas no salieron como esperaban. Las condiciones de trabajo en Moab y la salud precaria se llevaron la vida de Elimélec en poco tiempo. Noemí tuvo que afrontar sola la vida con sus hijos en tierras extrañas. La vida como viuda con dos hijos pequeños en este país lejano fue muy diferente a sus sueños. Cuando sus hijos crecieron, Noemí logró que pudieran casarse con dos chicas jóvenes de Moab. Sin embargo, la salud de los hijos tampoco era la mejor, y la situación en la que vivían y trabajaban se llevó sus vidas, como la de su padre, pocos años después.

Así es como Noemí queda sola con sus dos nueras palestinas y necesita volver a recalcular para decidir cómo salir adelante. El valle del reino de Moab tiene ciudades opulentas; la tierra es rica en granos, frutos y ganado ovino, y también cuenta con una región montañosa desértica productora de salitre y minerales. Moab es una tierra de oportunidades. Sin embargo, la violencia y las desgracias que Noemí vivió en el extranjero la fueron endureciendo y amargando.

Ella decidió volver a sus tierras y dejar su destino en manos de Dios. Noemí liberó a sus nueras para que rehicieran sus vidas y juntó sus cosas para regresar a su país. Una de sus nueras, Orfá, escuchó a Noemí y decidió volver con su familia. Ruth, en cambio, admirada por la ternura, la fe, la cultura y la entereza de su suegra Noemí, decidió acompañarla y rehacer su vida con ella. Las jóvenes huérfanas no tenían a dónde regresar, y las jóvenes viudas no siempre tenían oportunidad de volver a casarse, menos aún si habían estado casadas con un extranjero.

Ellas llegaron a Belén y, cuando la gente vio a Noemí, no lo pudo creer: «¡Es Noemí!» Pero ella no sintió que tuviera algo lindo para contar. Resumió su vida como una serie de fracasos y pérdidas. Noemí, como tantas veces el propio pueblo de Israel, volvió del exilio a la tierra de la promesa y de la esperanza. Esta historia está grabada en la memoria de fe del pueblo de Israel. Es una historia ejemplar sobre la importancia de la solidaridad con las personas migrantes para poder rehacer una vida y vivir en paz.

Esta historia nos muestra que, en definitiva, todas las personas somos migrantes porque la vida en la creación es dinámica. Las personas somos parte de un ecosistema, una red de vida amplia que involucra a todo el contexto. Ni la identidad ni la integridad de una persona se definen por la propiedad de la tierra que habita. Ruth enseña sobre la convivencia en la diversidad cultural y religiosa. Es un llamado a escuchar la unidad de la tierra entre los pueblos.

El retorno del exilio vuelve la historia sobre sí misma. La historia cambia con la tierra. Los valles frutales de Moab, con sus tierras fértiles, sus ríos y sus fiestas, lejos de resultar dulces y felices, fueron amargos y tristes para Noemí y su familia. Ahora, Noemí llegó con Ruth a la aldea de Belén en tiempos de cosecha de cebada, en primavera, a finales de la época de lluvias, entre finales de marzo y comienzos de abril. La cebada se cosecha entre la fiesta de la Pascua judía y la fiesta de las Semanas. En la Pascua se celebra la liberación del pueblo de la opresión por parte de Dios, y en la fiesta de las Semanas se celebra la entrega de la ley a su pueblo para el cuidado de toda la creación. Ninguna de estas festividades es aleatoria para esta historia.

En la cultura bíblica, los tiempos de la tierra y la historia del pueblo con la tierra están integrados profundamente a la fe. De la misma manera, los nombres orientan los actos y el sentido de la vida de las personas y los lugares. Orfá regresó a su casa. Ruth, la compañera, se puso a disposición de la dulce Noemí. Elimélec («mi Dios es mi rey»), fallecido, muestra la anomia y el abandono en el que se encuentra el pueblo.

Ellas lograron salir de la situación de opresión en Moab y comienzan de nuevo en las tierras de la familia. Habían dejado sus tierras en manos de un pariente porque, en este tiempo, las tierras no se vendían; se heredaban por derecho familiar. Noemí volvió con su nuera y reclamó su derecho a vivir en su tierra. Pero esto implicaba respetar algunos pasos legales. Ellas debían ser integradas a la familia de su pariente, ya que no podían ser propietarias. Moab, en el imaginario judío, siempre fue sinónimo de vida licenciosa y objeto de los prejuicios más horrendos. Noemí volvió viuda a Belén y, además, regresó con una nuera viuda extranjera, nativa de Moab. 

Noemí y Ruth tienen que lidiar con todos estos prejuicios. Noemí, seguramente, algo habrá hecho para que Dios le quite a su esposo y sus dos hijos. Ruth, además de mujer, es viuda, moabita, pobre, vive sola con una viuda judía, habla otro idioma, tiene otro tono de piel y es de otra religión. Sin embargo, ella deja a todo el mundo con la boca abierta.

Ruth sale al campo en plena cosecha a juntar un par de brazadas de cebada. La cebada se usaba para alimentar a los animales, pero ella espera poder preparar una comida para ella y su suegra. Ruth actúa conforme a la ley, pero además hace mucho más que eso. La ley tenía previsto que las personas necesitadas juntaran los restos que quedaban en el campo durante las cosechas, y los campesinos tenían la obligación de dejar una parte de su campo para la cosecha de viudas, huérfanos y extranjeros. Ruth trabajó todo el día bajo el rayo del sol para poder reunir la cantidad necesaria para alimentarse ella y su suegra. Su constancia y su compromiso llamaron la atención de todas las personas que estaban en el campo.

Ruth, una extranjera respetuosa de la ley y sumamente responsable, estuvo trabajando a la vista de la cuadrilla contratada por el capataz del campo ese día. Ruth se destacó por su esfuerzo y dedicación, y le llamó la atención a Boaz, el patrón y dueño del campo. Cuando Boaz reconoció a Ruth como la nuera de Noemí y de Elimélec, le brindó su protección, haciendo honor a su nombre. Boaz trató a Ruth como una más de la cuadrilla y le ofreció los mismos derechos de trabajo que las demás personas del campo. Ruth cosechó a la par de quienes estaban trabajando. A la hora de comer, Boaz la invitó a compartir con todos ellos y, al final del día, además le ofreció llevarse algo más de semillas para compartir con Noemí. Ruth extraña los sabores y los aromas de su tierra, pero trata de acostumbrarse a los alimentos de su nueva familia.

Ruth vio que Boaz era una buena persona y alguien en quien confiar. Ella se acercó a Boaz una noche para reclamarle su derecho a ser rescatada como compañera, por ser nuera de Elimélec. Boaz pudo haber aprovechado su posición de privilegio para abusar de la situación de vulnerabilidad de Ruth, ya que fue ella quien tomó la iniciativa: se acercó a su habitación mientras él dormía y se acostó a su lado. Ella le propone una relación de pareja. 

Ruth tomó esta decisión junto con Noemí porque tenía una gran confianza en él. De este modo, expresó su deseo de estar con Boaz. Él confirmó su respeto y cariño por Ruth protegiéndola para que nadie pudiera lastimarla y defendiendo públicamente su derecho a ser rescatada.

Boaz se asombra del coraje, altruismo y piedad de Ruth, y la cuida de cualquier tipo de exposición social y maltrato público. El derecho al rescate les permitía poder vivir con Noemí junto con la familia de Boaz en el mismo campo. Boaz estaba encantado con Ruth y, además, agradecido con Noemí y Elimélec por la confianza que habían puesto en él todos esos años para trabajar sus tierras. Sin embargo, existía otro familiar directo que debía rechazar su derecho a rescatar a Ruth y a Noemí, y con ello renunciar a los derechos sobre la fracción de tierra familiar que Boaz había usado durante tantos años en concesión.

Ruth y Boaz tuvieron un hijo tiempo después y lo llamaron Obed, que significa “persona fiel”. Obed fue el abuelo de David, quien sería, muchos años después, rey de Israel. David, cuya familia se dedicó durante años a la vida pastoril, tuvo tierras y pasó a la historia de Israel gracias a su descendencia de una joven palestina rescatada por un judío de bien, capaz de romper con todos los estereotipos de su tiempo y respetar la ley con amor y fidelidad a Dios. Dada la tradición matrilineal de la identidad judía, el rey David era de origen palestino.

La historia de Ruth pasó a la Biblia como un ejemplo de integridad en medio de situaciones complejas e injustas. Cuando los hombres volvían con sus familias del extranjero, las leyes contemplaban su inclusión en la familia. Pero ¿qué pasa cuando quienes vuelven son mujeres solas, con sus familias diezmadas por la pobreza, las enfermedades y la opresión?

La falta de autoridades responsables con su pueblo, los conflictos armados y guerras interminables, las hambrunas y epidemias que desaparecen familias enteras, las conquistas que destruyen la creación con incendios y devastaciones, los abusos a los ecosistemas y las injusticias de gobiernos autoritarios debilitan las relaciones entre las personas y desconciertan a la gente.

La historia de Ruth enseña a respetar los tiempos de la tierra y la distribución de sus bienes para que todas las personas puedan vivir, la diferencia que hace el cuidado mutuo entre varones y mujeres, y la importancia del respeto entre personas independientemente de su cultura y religión

En la actualidad, 120 millones de personas han tenido que migrar a causa de la guerra para proteger sus vidas y buscar refugio. El 40% de esta población son niños y niñas. Asimismo, el 80% de las personas desplazadas por desastres relacionados con el clima son mujeres, pero quienes discuten estos temas son mayormente varones. Las mujeres y las infancias son las más afectadas por el cambio climático, lo que profundiza las desigualdades debido a la falta de infraestructura y condiciones en los pueblos más pobres.

El respeto de la ley protege el equilibrio de toda la creación. Por eso, la justicia climática es un problema ético y político global que comprende tanto la movilidad de las personas como la dinámica de los ecosistemas afectados por la acción humana.

La agricultura familiar es el corazón de nuestra seguridad alimentaria pero está en peligro


30 organizaciones piden firmas para reconocer al sector como estratégico para el desarrollo rural. También proponen promover mercados locales y tecnologías sostenibles y la urgente aplicación efectiva de la Ley de Reparación Histórica 27.118.

Hora de Obrar acompaña la solicitud elaborada por agricultores y agricultoras de 30 organizaciones de la agricultura familiar del centro y norte de Argentina para fortalecer la demanda por políticas justas y necesarias para asegurar un futuro mejor para toda la sociedad. A continuación reproducimos el petitorio e invitamos a sumar firmas aquí.

Frente a la pobreza e indigencia en nuestro país, la agricultura familiar produce y abastece localmente el 74% de los vacunos, el 75% de los caprinos, el 60% de la yerba mate, el 50% de los porcinos, el 41% de las hortalizas y el 30% de los productos apícolas, entre otros. Además, genera el 50% del empleo genuino a nivel rural (INTA, 2015). Aun así, según un estudio realizado por la Universidad de Buenos Aires (en 2021), el 85% de los consumidores argentinos no sabe qué es la Agricultura Familiar y el 70% de los consumidores no sabe dónde encontrar productos saludables y accesibles. Los agricultores familiares no solo nos proporcionan alimentos de alta calidad, sino que también son esenciales para la sostenibilidad ambiental y la preservación de nuestros paisajes rurales. Sin programas de apoyo, enfrentan competencia desleal, intermediación injusta, falta de acceso a la tierra y una total falta de reconocimiento por parte del Estado.

¿Qué pedimos?

Demandamos a los distintos niveles de los gobiernos la implementación de medidas concretas para fortalecer a nuestros agricultores familiares: Es hora de actuar. El Estado debe tomar medidas urgentes para fortalecer la autonomía y sostenibilidad de nuestros agricultores familiares. 

Documento completo: Demandas y Recomendaciones de Agricultores Familiares en Argentina

Unidos, podemos proteger la agricultura familiar y garantizar un futuro con alimentos frescos, saludables, a precios accesibles y producidos de manera sostenible en Argentina.

La agricultura familiar es el corazón de nuestro suministro de alimentos frescos, saludables y accesibles en los mercados locales de Argentina. Sin embargo, en los últimos 30 años, el 25% de estas explotaciones ha desaparecido debido a un modelo agrario que concentra recursos en manos de grandes agroindustrias y las políticas agrarias actuales no brindan el apoyo necesario, dejando a nuestros pequeños agricultores en una situación de vulnerabilidad. Muchas familias se desintegran teniendo que migrar a las ciudades ya sobrecargadas, lo que agrava los problemas.

¿Qué está en juego?

La desaparición de la agricultura familiar pone en peligro la seguridad alimentaria del país y el desarrollo de nuestras localidades rurales.  La falta de apoyo estatal está llevando a miles de agricultores a abandonar sus tierras, afectando gravemente las economías municipales y provinciales, y debilitando nuestra capacidad para producir alimentos de manera sostenible y a precios accesibles.
  • Reconocimiento pleno de la agricultura familiar como actor clave en el desarrollo rural, a través de su registro nacional (RENAF) y la promoción de programas que incentiven la participación de los jóvenes en el campo.
  • Fomento de la producción local mediante tecnologías ecológicas, identidad de origen de sus productos, créditos accesibles y promoción de los mercados locales frente a la competencia desleal de productos industriales extranjeros.
  • Aplicación efectiva de la Ley de Reparación Histórica de la Agricultura Familiar N° 27.118, crucial para la supervivencia de este sector.

COP29: Otra retórica de promesas incumplidas

La reciente Cumbre del Clima en Bakú, Azerbaiyán, volvió a evidenciar la falta de ambición y acción concreta frente a la emergencia climática y el poderoso lobby económico. Esta conferencia, que prometía ser la “COP del financiamiento climático”, concluyó sin garantizar fondos suficientes, ni compromisos claros, ignorando las demandas de las juventudes, mujeres y grupos más afectados.

16 de noviembre de 2024, Bakú, Azerbaiyán. En la COP29, ACT Alianza participó con la sociedad civil y realizó una acción silenciosa afuera de la sala plenaria principal, destacando la necesidad de justicia climática y señalando el silenciamiento de demasiadas voces en los pasillos de la COP. El evento fue parte del Día Mundial de Acción por la justicia climática.

Financiamiento insuficiente

El resultado más discutido fue el “Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado sobre Financiación del Clima” (NCQG), que establece la inversión necesaria para apoyar a las naciones más vulnerables en la implementación de acciones que mitiguen el cambio climático. De los 1,3 billones de dólares que los países del sur global estimaron necesarios, se acordó una movilización anual de tan solo 250.000 millones de dólares para enfrentar la crisis climática. Además, gran parte de estos fondos provendrían de mecanismos financieros privados, lo que podría aumentar el endeudamiento de las naciones ya afectadas.

A esta limitación se suma la falta de claridad sobre cómo se movilizarán estos recursos y qué mecanismos garantizarán su cumplimiento. La historia de incumplimientos previos en materia de financiamiento por parte de los países desarrollados deja un sabor amargo y refuerza el escepticismo de las comunidades más afectadas.

En deuda con los derechos humanos, la juventud y la justicia de género

La ausencia de temas fundamentales en el acuerdo final de la COP29 deja en evidencia las limitaciones estructurales que aún persisten en las negociaciones climáticas globales. Uno de los puntos más críticos fue el tratamiento superficial de las pérdidas y daños sufridos por los países más vulnerables

En cumbres anteriores se crearon mecanismos de financiamiento pero la falta de compromisos concretos para fortalecer estos fondos impide una respuesta efectiva y oportuna a las catástrofes climáticas que ya están afectando a las comunidades del sur global.

Además, la perspectiva de género y los derechos humanos fueron prácticamente ignorados en el documento final. Una transición justa requiere garantizar que las mujeres y las comunidades marginadas tengan voz y participación activa en las decisiones climáticas. Las mujeres, especialmente en los países en desarrollo, son quienes suelen estar en la primera línea de los impactos ambientales y, sin embargo, continúan siendo excluidas de los procesos de toma de decisiones. La falta de enfoque de género en estos aspectos impide construir políticas inclusivas y sostenibles que contemplen la realidad de quienes más sufren las consecuencias del cambio climático.

Asimismo, se pasó por alto la participación activa de las juventudes, una omisión significativa considerando que serán quienes heredarán las consecuencias de la inacción actual. A pesar de los crecientes movimientos juveniles que demandan acciones urgentes y ambiciosas, las voces de esta generación no tuvieron el espacio necesario para influir en las decisiones. 

Estas exclusiones no son meras omisiones; evidencian una visión fragmentada y limitada de la justicia climática. Ignorar a los grupos más vulnerables, las mujeres y juventudes significa no enfrentar de manera integral la crisis climática global. Sin un cambio en la estructura y las prioridades de estas cumbres, los acuerdos seguirán siendo insuficientes para lograr una transición justa y equitativa hacia un futuro sostenible.

Transición energética: un paso atrás

Otro punto crítico fue el retroceso en los compromisos de eliminación de combustibles fósiles. A diferencia de la COP28, donde se incluyó un llamado histórico para abandonar gradualmente estos recursos, el texto final de Bakú apenas reafirmó la necesidad de “acelerar la transición hacia energías limpias” sin medidas específicas ni plazos concretos. Este lenguaje ambiguo resulta alarmante, considerando que los combustibles fósiles son la principal causa del cambio climático.

Por otro lado, la falta de un marco regulatorio robusto para los mercados de carbono y los mecanismos de compensación también generó preocupación. Aunque se lograron acuerdos sobre los artículos 6.2 y 6.4 del Acuerdo de París, las salvaguardas ambientales y de derechos humanos quedaron sujetas a interpretaciones laxas. La ausencia de controles estrictos y mecanismos de transparencia efectiva pone en riesgo la integridad ambiental de estos mercados, y podría perpetuar inequidades en lugar de remediarlas.

La omisión de estos temas críticos refleja una tendencia preocupante: las negociaciones climáticas continúan siendo moldeadas por los intereses económicos y geopolíticos de los países más poderosos. La falta de compromisos vinculantes y la dilución de los acuerdos impiden alcanzar el nivel de transformación que la crisis climática demanda con urgencia. En este contexto, la comunidad internacional se enfrenta a un desafío persistente: romper el ciclo de inacción y retórica para dar paso a acciones concretas y justas que protejan a quienes más lo necesitan y garanticen un futuro sostenible para todos.

Mirando hacia la COP30: una oportunidad en América Latina

La próxima COP30 se celebrará en Belém, Brasil, un escenario clave para que América Latina lidere una agenda climática más ambiciosa e inclusiva. Será también una oportunidad para que los países presenten nuevos Planes Nacionales de Adaptación y revisen sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), compromisos cruciales para limitar el calentamiento global a 1,5 °C.

Sin embargo, el desafío será superar los intereses geopolíticos y económicos que han dominado las últimas conferencias. Para ello, será necesario:

  1. Aumentar el financiamiento climático a niveles adecuados (al menos 1,3 billones de dólares anuales).
  2. Establecer mecanismos claros de rendición de cuentas para garantizar que los compromisos se cumplan.
  3. Incluir en las negociaciones a quienes más sufren los impactos: comunidades vulnerables, jóvenes y mujeres.

La falta de resultados en Bakú subraya la urgencia de que los líderes mundiales escuchen y respondan a las demandas de las comunidades que enfrentan la crisis climática en primera línea. La COP30 en Brasil no puede ser otro eslabón en la cadena de promesas incumplidas. Es hora de que las palabras se traduzcan en acciones concretas y transformadoras para garantizar un futuro sostenible y justo para todas las personas.

COP29: La Creación es un regalo de Dios, y estamos llamados a ser sus mayordomos

Durante décadas, líderes, lideresas y grupos de fe han participado en las negociaciones sobre el clima, exigiendo justicia climática para las personas, comunidades y países más vulnerados, que son los más afectados por el cambio climático. Estas demandas surgen tanto desde su perspectiva moral y de justicia, como de su experiencia como actores en respuesta humanitaria y desarrollo transformador.
Photo: FLM

Este texto fue publicado originalmente por la Alianza ACT y traducido por Hora de Obrar.

Bakú, Azerbaiyán – Líderes, lideresas y grupos de fe comprenden la Tierra como un regalo, creado por Dios en toda su diversidad, vitalidad y abundancia. En este sentido, afirman que todas las personas estamos llamadas a ser mayordomos de la creación. Esta responsabilidad ha sido afectada por las injusticias políticas, la explotación y el consumismo. La mayordomía convoca a prestar especial atención a proteger a quienes menos han contribuido al cambio climático pero se encuentran más afectados por sus consecuencias.

“Dios nos llama a cuidar de los dones divinos de la tierra, el agua y otros recursos,” dijo el Obispo Julio Murray, anglicano de Panamá. Murray es presidente de la Red Ambiental de la Comunión Anglicana y moderador de la Comisión de Justicia Climática y Desarrollo Sostenible del Consejo Mundial de Iglesias (CMI). “El concepto bíblico de Jubileo llama a un descanso de la tierra, a liberar la tierra de la explotación, la extracción y la perforación, para permitir la regeneración y renovación de nuestro único hogar planetario. Sabemos que el reloj está corriendo en cuanto al cambio climático. Debemos detener la extracción y producción de combustibles fósiles para prevenir las peores consecuencias del cambio climático. Por eso, las iglesias están apoyando y pidiendo un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles ahora.”

La COP es el espacio para que las partes aumenten su ambición de combatir el cambio climático, acordando un camino que lleve a limitar el aumento de la temperatura media global a 1.5°C, trabajando juntas para adaptarse a los impactos del cambio climático y compensando las pérdidas y daños. Los actores de fe que asisten a la COP forman parte de este trabajo, aportando su experiencia y perspectiva a las negociaciones cada año.

“Las partes deben respetar los acuerdos de la ONU, y en la última COP se acordó que el mundo debe dejar atrás los combustibles fósiles,” dijo Mattias Söderberg, co-presidente del Grupo de Referencia sobre Justicia Climática de la Alianza ACT. “Eso significa que el fin de la era de los combustibles fósiles está en camino, y todos los países deben garantizar que sus rutas de desarrollo se vuelvan verdes y sostenibles.”

“Espero que la COP29 envíe un fuerte mensaje a todas las partes, para presentar planes climáticos nacionales sólidos y ambiciosos (NDCs),” dijo Julius Mbatia, gerente del programa de Justicia Climática de la Alianza ACT. “Estos planes deben guiar sus esfuerzos para abordar la mitigación, adaptación, pérdidas y daños en los próximos años.”

“Hoy vivimos en una emergencia climática y la COP29 actúa como si tuviéramos todo el tiempo del mundo para la transición,” dijo Henrik Grape, coordinador del Grupo de Trabajo sobre Cambio Climático del Consejo Mundial de Iglesias y co-presidente del Comité de Enlace Interreligioso. “Pero necesitamos una transformación si queremos evitar los efectos más peligrosos del cambio climático. Y esta transformación debe comenzar entre el 10% más rico del mundo, ya que son responsables del 50% de las emisiones.”

“Los medicamentos también son un regalo de Dios cuando se usan en las cantidades adecuadas, pero un exceso de cualquier medicamento puede ser venenoso,” dijo Niko Humalisto, especialista en incidencia de la Misión Luterana Evangélica de Finlandia. “Los combustibles fósiles tienen usos maravillosos, pero su uso excesivo puede ser, y ya es, mortal para demasiadas personas en todo el mundo.”

“La Biblia nos enseña que Dios puso a las personas en la Tierra para cuidarla, enfatizando nuestro papel colectivo como sus mayordomos en lugar de explotadores,” dijo Romario Dohmann, miembro de la delegación de la Federación Luterana Mundial (FLM), que incluye representantes de las iglesias miembro de la comunión. “Esta mayordomía implica el deber de proteger y cuidar la creación.”

“La emergencia climática que enfrentamos hoy es un indicador importante de que hemos fallado en ser buenos mayordomos de la creación de Dios. Estamos llamados de manera urgente a cambiar nuestros caminos y trabajar por la justicia climática,” continuó Dohmann, quien pertenece a la Iglesia Evangélica del Río de la Plata.

“Somos lo que hacemos y no solo lo que decimos,” dijo Anania J. Ndondole, presidente nacional de juventud de la Iglesia Evangélica Luterana en Tanzania y delegado de la FLM en la COP29. “Las acciones hablan más que las palabras, y debemos actuar contra la extracción de combustibles fósiles si queremos tener un mejor mundo en el cual vivir. Actuando en solidaridad, colaboración y alianza podemos lograrlo. Necesitamos invertir hoy para tener mañana soluciones ambientales amigables. Para un desarrollo sostenible, la energía limpia es la solución en el sur global. Actuemos ahora – con fuerza.”

ACT Alliance, el Consejo Mundial de Iglesias y la Federación Luterana Mundial son parte del Comité de Enlace Interreligioso ante la CMNUCC. Hoy, el Comité de Enlace Interreligioso emitió su Llamado a la Acción para la COP29, en el cual piden una acción climática ambiciosa, reclamando que “todos los países deben priorizar la eliminación urgente de los combustibles fósiles, que son la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero, eliminando los subsidios y apoyando un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, rechazando soluciones de compromiso o geoingeniería que prolonguen el uso de combustibles fósiles.” ACT, FLM y CMI son tres de las casi 60 organizaciones basadas en la fe que han firmado el Llamado a la Acción. 

“El petróleo, el carbón y el gas son, de hecho, regalos de Dios. Sin embargo, Dios ha confiado a la humanidad el cuidado de la creación, no su explotación,” concluyó Mbatia.

Lea el llamado completo aquí:

COP29: Exigen un cambio real y urgente hacia un futuro justo y sostenible

Hora de obrar junto a organizaciones de la sociedad civil llaman a los gobiernos a asumir su responsabilidad y tomar medidas inmediatas para enfrentar la crisis climática en un contexto marcado por el avance de posturas negacionistas.

La Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) se llevará a cabo entre el 11 y el 22 de noviembre en Azerbaiyán para avanzar en las negociaciones internacionales sobre el cambio climático. Hora de Obrar participará como parte de la delegación de ACT Alianza y la Federación Luterana Mundial.

El énfasis estará puesto en la reducción de emisiones, la adaptación al cambio climático y el financiamiento climático.

Esta declaración conjunta demanda el cumplimiento de compromisos internacionales, como el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, y se apoya en recomendaciones de instancias globales como el IPCC y otras voces esenciales: sindicatos, organizaciones ambientales, basadas en la fe, juveniles, académicas y comunitarias.

Entre los principales puntos de preocupación, la declaración enfatiza:

  • El aumento de las temperaturas y del nivel del mar, que amenaza gravemente la vida de generaciones actuales y futuras.
  • La falta de mecanismos para una transición justa que permita una adaptación laboral inclusiva, garantizando empleos dignos en nuevos sectores productivos sostenibles.
  • La inversión insuficiente en energías renovables y accesibles para todos, junto con el llamado a ofrecer financiamiento climático en forma de donaciones y no préstamos, para no cargar de deudas a los países en desarrollo.
  • La destrucción de ecosistemas y el atropello a derechos de pueblos originarios, afectados por modelos extractivistas y agroindustriales que priorizan la explotación de recursos, como el agua, sobre el bienestar de comunidades.
  • El debilitamiento de los procesos democráticos y el espacio de la sociedad civil, lo cual aumenta la vulnerabilidad social y promueve el negacionismo climático mediante la desinformación y la reducción del espacio para el activismo ambiental y de derechos humanos.

Es urgente una nueva arquitectura financiera internacional, basada en responsabilidades comunes pero diferenciadas, que permita un financiamiento rápido y justo para abordar las pérdidas y daños ya generados. Además, se insta a fortalecer las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC), en línea con el Acuerdo de París y la Agenda 2030, con metas claras, ambiciosas y recursos suficientes.

Esta es una oportunidad de movilización y compromiso conjunto para exigir un cambio real y urgente hacia un futuro justo y sostenible para todas las personas. Cualquier organización interesada en sumar su adhesión a esta declaración conjunta puede completar el formulario en el siguiente enlace: Link

Comunicado completo: 

Organizaciones firmantes:
ACT Alianza – Foro Argentina
PAMPA 2030
CePaDeHu
Movimiento Laudato Si
CTA
INCUPO
REDAF
Fundación Protestante Hora de Obrar
SEDi
CREAS
Patronato INAS
FUNCA
Pastoral Social Evangélica
DyA Desarrollo y Autogestión
INCUPO
UEJN
UATRE
Alianza Austria-Argentina
Fundación COMMUNITAS
Circolo Giuridico di Argentina
SADOP
Fundación La Base

Empresas aportan a la reforestación de la Selva Misionera

Plantarse y Hora de Obrar unieron esfuerzos para plantar 250 árboles nativos en la comunidad mbya-guaraní de Tape Miri, en Garuhapé, Misiones.

Más de 50 personas de la comunidad, entre adultos y jóvenes, trabajaron en equipo junto a Hora de Obrar para restaurar la vegetación alrededor de una vertiente clave para el abastecimiento de agua potable, contribuyendo a la preservación de este recurso natural esencial. Utilizando especies nativas como el cocú, el inga, el timbó, y el cedro misionero, la plantación no solo protege la fuente de agua potable, sino que también contribuye a mejorar la calidad del suelo, fomentar la biodiversidad y mitigar los efectos del cambio climático en la región.

Un esfuerzo de articulación y sostenibilidad

“La colaboración con Plantarse demuestra el impacto positivo de la participación empresarial en iniciativas ambientales y comunitarias,” explicó la ingeniera Mara Schedler del equipo técnico de Hora de Obrar. “Acciones como esta son cruciales para proteger los recursos naturales que sostienen la vida de las comunidades locales, y fortalecen el compromiso de las empresas con el desarrollo sostenible y la responsabilidad social”, agregó.

Esta iniciativa se enmarca en el Proyecto Crece Selva Misionera, impulsado desde 2020 por la Fundación Hora de Obrar para restaurar la biodiversidad de la Selva Paranaense y fortalecer la resiliencia de las comunidades locales. A la fecha, Hora de Obrar ha logrado plantar más de 350,000 árboles nativos en distintas áreas de Misiones, incluyendo reservas naturales y zonas habitadas por comunidades mbya y pequeños productores.

Este tipo de alianzas reflejan un modelo de articulación entre empresas, ONGs y comunidades, que promueve el bienestar social y ambiental y reafirma la importancia de la reforestación como herramienta de mitigación climática.

Para sumar a tu empresa a este tipo de iniciativas escribinos a desarrollo@horadeobrar.org.ar