1500 personas afectadas recibirán kits de higiene antes de Semana Santa, gracias a la articulación de las organizaciones argentinas de ACT Alianza, en colaboración con voluntarios y voluntarias de iglesias locales. También se brindará apoyo psicosocial. La campaña de donaciones de empresas e individuos continúa activa.
Voluntarios y voluntarias acopian y clasifican donaciones en las iglesias de Bahía Blanca para entregar a las familias damnificadas. Foto: Jorge Fernández / CREAS
El temporal del 7 de marzo en Bahía Blanca provocó una catástrofe sin precedentes con 16 fallecidos y miles de evacuados. En un solo día, la región recibió más lluvia de la que se espera en seis meses, un récord histórico para el mes de marzo. Este desastre, comparable a las inundaciones de La Plata (2013) y Santa Fe (2003), conmocionó a toda la sociedad argentina, que se movilizó rápidamente para brindar asistencia.
La Iglesia Evangélica del Río de la Plata y la Fundación Hora de Obrar pusieron en marcha una campaña de donación online, que continúa activa, para colaborar con este esfuerzo solidario,
Esta campaña refuerza la iniciativa del Foro ACT Argentina* que rápidamente movilizó un Fondo de Respuesta Rápida de la Alianza ACT, la coalición global basada en la fe de ayuda humanitaria, para atender la emergencia. CREAS está coordinando la respuesta con un oficial de emergencias que articula a referentes de la IERP y otras iglesias evangélicas de FAIE en Bahía durante los próximos dos meses.
Acciones concretas:
Entrega de kits de higiene: En los primeros días de abril, se distribuirán kits de higiene y limpieza para el hogar a 300 familias afectadas.
Capacitación en primeros auxilios psicológicos: Voluntarios y voluntarias serán formados para brindar apoyo psicosocial tanto a los afectados como a quienes están en la primera línea de atención, cuidando a quienes cuidan.
Tecnología al servicio de la emergencia: CREAS logró la donación de un software para relevar información y operativizar el proceso, de Monday Foundation.
Agua segura para las familias: Hora de Obrar viabilizó una donación del Laboratorio Pyam de pastillas potabilizadoras que proporcionarán 50.000 litros de agua potable segura y 12.000 litros adicionales para la limpieza de hogares y espacios comunitarios.
*El Foro ACT Argentina, integrado por la Fundación Hora de Obrar, CREAS, el Servicio Evangélico de Diaconía (SEDi), la Comisión Argentina para los Refugiados y Migrantes (CAREF), la Junta Unida de Misiones (JUM) y la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE), sigue trabajando de manera articulada para ofrecer una respuesta efectiva y solidaria.
Todas integran ACT Alianza, la coalición global basada en la fe, organizada en foros nacionales y regionales, que opera en más de 120 países. A través de más de 140 miembros, trabaja en ayuda humanitaria, justicia de género y climática, migración y desplazamiento, y paz y seguridad para apoyar a las comunidades locales.
Referentes de la Congregación Evangélica Misiones Centro y parroquias Jardín América, Salto Encantado y de Campo Viera participaron de un taller práctico organizado por el equipo de Hora de Obrar. Planean acompañar a más de 60 niños, niñas y adolescentes a lo largo del año. Los recursos están disponibles para su descarga gratuita.
El domingo 16 de marzo catequistas del distrito Misiones de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata y el pastor Darío Dorsch recibieron al equipo de la Pastoral de Promoción para el Cuidado de la Creación de la Fundación Hora de Obrar para capacitarse en estrategias para abordar la temática del cuidado de la creación y cosmovisión indígena en las escuelitas bíblicas durante este 2025.
Con el lema “El ángel me mostró un río limpio, de agua de vida. Era claro como el cristal, y salía del trono de Dios y del Cordero.” (Ap 22,1) el equipo de la Fundación compartió propuestas lúdicas, elementos pedagógicos y recursos para el culto infantil, que pueden consultarse en este enlace.
Además se entregaron ejemplares de Planificación de clases para el cuidado de la creación, una publicación elaborada junto a catequistas de la IERP para trabajar temáticas relacionadas a la tierra, la alimentación y el agua potable, en cada contexto local. El material tiene ejemplos prácticos y está ilustrado por Isabel Graff y está disponible para leer en línea.
Las y los participantes agradecieron el encuentro y destacaron que las herramientas son múy útiles a la hora de preparar las clases para enriquecer la educación cristiana de unos 60 niños, niñas en sus congregaciones.
Con iniciativas como esta Hora de Obrar busca impulsar un cambio de conciencia y acción en las comunidades hacia una cultura del cuidado de la creación.
Cincuenta líderes y lideresas religiosas y representantes de organizaciones basadas en la fe de América Latina y el Caribe piden a los gobiernos aumentar el financiamiento y escuchar las voces de las comunidades más afectadas por el cambio climático.
Fundación Hora de Obrar y la Iglesia Evangélica del Río de la Plata participaron del evento en la capital de Brasil del 18 al 20 de marzo para coordinar esfuerzos con el fin de lograr un compromiso en el camino hacia la COP30, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2025.
Entre los principales resultados del encuentro, el llamado a los gobiernos pide “que demuestren liderazgo” en 5 áreas clave:
Cumplir con las promesas de financiamiento
Garantizar la integralidad del Fondo de Pérdidas y Daños,
Acelerar una transición justa para dejar de depender de los combustibles fósiles,
Incrementar el financiamiento para las necesidades de adaptación incluyendo la salud integral,
Priorizar la participación y el reconocimiento de las poblaciones más afectadas y excluidas.
También destaca que “la COP30 en Belém es un momento crucial para reafirmar nuestro compromiso en nuestra lucha por la justicia climática. Marca el décimo aniversario del Acuerdo de París, un compromiso histórico para limitar el aumento de la temperatura global. Además, coincide con la necesidad de que cada país presente Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (las NDC, por sus siglas en inglés) actualizadas, y ambiciosas, demostrando sus compromisos para acelerar la acción climática.»
Durante el encuentro la obispa Marinez Bassotto, primada de la Iglesia Episcopal Anglicana de Brasil, enfatizó el papel de la esperanza en la movilización de las comunidades de fe para combatir las causas y consecuencias de la crisis climática. “Esta esperanza está viva, nos mantiene en movimiento y nos impulsa a actuar hoy. Esperar el mañana nos lleva a luchar ahora. Para quienes creen, la esperanza es un verbo: se convierte en acción”, expresó. “Debe despertarnos una conciencia de la profunda interconexión de toda la creación, una interdependencia recíproca. Esto, a su vez, debe inspirarnos a adoptar una actitud de solidaridad y cuidado, una postura que nos revele como hijos de Dios”.
Los y las participantes representan comunidades de fe de toda América Latina y el Caribe, incluidos Brasil, Colombia, Argentina, Perú, Panamá, Bolivia, Honduras, El Salvador y la República Dominicana de iglesias católicas, anglicanas, luteranas, metodistas, menonitas, anabaptistas y reformadas, así como organizaciones religiosas nacionales y regionales y redes indígenas.
Con la próxima cumbre climática mundial programada para realizarse en la región amazónica, el impacto de la emergencia climática sobre los pueblos indígenas fue un punto central de las discusiones en Brasilia. “Reconocemos especialmente el papel de los pueblos indígenas, quienes han vivido en la Amazonía durante milenios, cuidando el ecosistema y transmitiendo conocimientos de generación en generación para preservar su hogar”, afirmó Jocabed Solano, de Panamá, directora de Memoria Indígena.
“La iglesia, en su compromiso con la justicia ambiental y social, debe apoyar firmemente a estas comunidades en su lucha por defender sus territorios y reconocer su invaluable contribución al planeta”, agregó Solano, quien también forma parte de la Comisión del Consejo Mundial de Iglesias sobre Justicia Climática y Sostenibilidad.
El obispo católico Jerry Ruiz, de Honduras, reflexionó sobre el significado de trabajar
ecuménicamente hacia la COP30. “Independientemente de nuestras creencias religiosas, creo que lo que nos une es el mismo espíritu. Nos une el clamor de la tierra, el clamor de los pobres, la necesidad de justicia, las comunidades criminalizadas, desplazadas y asesinadas”, expresó. “Y esto debe ayudarnos a superar nuestras diferencias, porque es el Reino de Dios lo que nos une en el mismo propósito y el mismo objetivo”, añadió Ruiz.
El evento fue organizado por el Consejo Mundial de Iglesias, ACT Alliance, Christian Aid, Anglican Alliance, la Oficina de la Comunión Anglicana ante la ONU, la Federación Luterana Mundial y Caritas Internationalis, reuniendo a diversas voces de fe comprometidas con la justicia climática.
La participación de la Fundación Hora de Obrar en este espacio reafirma su compromiso con el cuidado de la creación y la promoción de políticas y acciones que prioricen el bienestar de las comunidades más vulnerables ante el cambio climático.
Ya se plantaron 4000 árboles en la Reserva Guaraní de Usos Múltiples en coordinación con la Universidad Nacional de Misiones. La zona había sido afectada gravemente por incendios en el año 2022.
En un esfuerzo compartido, la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de Misiones y la Fundación Hora de Obrar realizaron una serie de plantaciones en la Reserva Guaraní de Usos Múltiples en la localidad de Fracrán para recuperar áreas arrasadas por incendios ocurridos en 2022.
Con la participación de estudiantes y el uso de técnicas avanzadas de conservación, las jornadas de reforestación no solo devuelven vida a la Reserva Guaraní, sino que forman profesionales comprometidos y comprometidas con el cuidado del bosque nativo.
En el verano de 2022, un devastador incendio afectó unas 270 hectáreas de la Reserva Guaraní, un territorio protegido que forma parte de la Reserva de Biosfera Yabotí y preserva parte de la Selva Misionera que la provincia comparte con otras áreas naturales de Sudamérica llamada Mata Atlántica.
“Este bosque continuo es uno de los más grandes después del Amazonas, y la recuperación es esencial para mantener su biodiversidad y resiliencia frente al cambio climático”, explicó Romario Dohmann, responsable de proyectos ambientales de la Fundación Hora de Obrar.
Abordaje integrador: reforestación y educación
Con el apoyo de estudiantes de la carrera de Ingeniería Forestal y del profesorado de Biología de la UNaM, recientemente se plantaron 250 ejemplares nativos nuevos en la Reserva, sumando más de 4,000 árboles en esta área, que se monitorean periódicamente. La colaboración entre la UNaM y la Fundación Hora de Obrar comenzó en 2022, impulsada por un interés común en la restauración ecológica y la conservación de la Selva Paranaense. Desde entonces, el trabajo conjunto ha permitido aprovechar el conocimiento académico y trasladarlo al campo, aplicando teorías de restauración en escenarios reales y ajustando estrategias según los resultados obtenidos.
“Este trabajo no solo restaura áreas dañadas, sino que también genera conocimiento, investigación y sensibilización sobre los efectos del cambio climático”, destacó Dohmann.
Más allá de la plantación de árboles, este proyecto ha consolidado un modelo de restauración basado en la ciencia y la participación activa de la comunidad universitaria y la sociedad civil. Uno de los mayores logros ha sido la implementación de un espacio de investigación aplicada, donde se prueban diferentes enfoques para regenerar el ecosistema, evaluar la efectividad de las especies utilizadas y medir el impacto sobre la biodiversidad y la calidad del suelo.
De esta manera se enriquece la formación académica y práctica en conservación y manejo de bosques de futuros profesionales como Anabela López. “La restauración de bosques nativos es una oportunidad para aplicar lo aprendido y comprender en la práctica lo que significa recuperar áreas degradadas por incendios y el cambio climático”, comentó la estudiante.
Enfoque práctico con metodologías científicas
Árboles como el camboatá, la cañafístola y pitanga se plantaron en fajas de 100 metros paralelas a un arroyo con tutores y aplicación de hidrogel para asegurar la retención de humedad, una estrategia que favorece la supervivencia en condiciones de sequía.
Claudio Dummel, docente universitario y responsable técnico de la Reserva Guaraní, enfatizó la importancia de la diversidad genética en este proceso, ya que las plantas provienen de varias fuentes, incluyendo viveros asociados y bancos de semillas locales de la universidad, para fortalecer la adaptabilidad del bosque. “Queremos que esta plantación armonice con el entorno y favorezca la regeneración de la estructura natural del bosque”, señaló Dummel.
En el transcurso de este trabajo articulado se han observado mejoras significativas en la regeneración natural del área. También ha aumentado la presencia de fauna silvestre, un indicador clave de que el ecosistema está recuperando su funcionalidad.Además, se ha fortalecido la capacidad del suelo para retener agua, favoreciendo la regulación hídrica y reduciendo los efectos de la erosión.
Pero la restauración no es solo una cuestión ambiental; también tiene un impacto social y económico. Un aspecto fundamental de este esfuerzo ha sido la participación activa de estudiantes y docentes de la universidad, quienes han adquirido experiencia práctica en reforestación, monitoreo ambiental y manejo de ecosistemas degradados. Gracias a este proyecto, se han generado investigaciones, publicaciones y tesis que aportan datos valiosos en la investigación académica sobre la regeneración forestal y la resiliencia del ecosistema frente al cambio climático.
Impacto en las comunidades guaraníes y la biodiversidad
Este proyecto tiene un impacto significativo en las comunidades guaraníes y en la población local, no solo en términos ambientales, sino también desde una perspectiva cultural y socioeconómica. La reforestación no solo busca recuperar la selva, sino también fortalecer el vínculo de las comunidades con su territorio; dentro de la Reserva Guaraní conviven tres comunidades mbya guaraní.
Desde el punto de vista ecológico, se espera que la reforestación contribuya a la recuperación del hábitat de especies clave, como el yaguareté (Panthera onca), el tapir (Tapirus terrestris) y el pecarí labiado (Tayassu pecari), todos ellos en situación de vulnerabilidad debido a la fragmentación del bosque. También se prevé una mejora en la calidad del suelo y en la regulación hídrica, beneficiando a las comunidades locales que dependen de los cursos de agua que nacen en la selva.
Huella de carbono
En términos de cambio climático, se estima que estos 4.000 árboles, al alcanzar su madurez, absorberán entre 40 y 80 toneladas de CO₂ por año, ayudando a mitigar los efectos del calentamiento global y fortaleciendo la resiliencia del ecosistema ante eventos climáticos extremos. De esta manera, la restauración no solo beneficia la biodiversidad, sino que también mejora la calidad de vida de las comunidades que dependen de la salud de la selva para su sustento y bienestar.
Con el Proyecto “Crece Selva Misionera”, la Fundación Hora de Obrar ha plantado más de 350 mil árboles en la provincia de Misiones, a través de un modelo de colaboración en el que diferentes organismos y donantes se unen para combatir la degradación ambiental. Esto es posible en gran medida gracias a las donaciones de instituciones y personas particulares. Vos también podés sumarte a este proyecto. Sumá tu donación acá para apoyar las tareas de reforestación.
La crisis climática exige transformaciones profundas en el modelo productivo y energético global. Sin embargo, estos cambios no pueden darse a costa de los derechos de las y los trabajadores ni de las comunidades que dependen de economías intensivas en carbono. Es aquí donde la transición justa se presenta como un principio clave para garantizar que la descarbonización sea socialmente equitativa y ambientalmente sostenible.
Hablar de una transición justa es hablar de empleo y justicia social. No basta con impulsar energías renovables o promover una economía baja en carbono si no se contemplan medidas que aseguren que quienes trabajan en sectores contaminantes puedan acceder a empleos dignos en nuevas áreas productivas. Este enfoque requiere políticas públicas que incluyan:
Formación y reconversión laboral para quienes hoy dependen de industrias extractivas o de alto impacto ambiental.
Inversión en empleos verdes, garantizando derechos laborales y condiciones justas.
Participación de los trabajadores y comunidades en la planificación de los procesos de cambio.
Enfoque de género y justicia territorial, asegurando oportunidades equitativas para mujeres y poblaciones vulnerables.
Además, las transiciones deben ir acompañadas de financiamiento internacional. Los países con mayores emisiones históricas de gases de efecto invernadero tienen la responsabilidad de proveer los recursos necesarios para que las naciones en desarrollo puedan mitigar el impacto del cambio climático y avanzar en su adaptación sin comprometer el bienestar de sus poblaciones.
La experiencia de Hora de Obrar
Con el apoyo de Hora de Obrar productores y productoras yerbateras de Misiones están incorporando árboles nativos a sus cultivos para el cultivo bajo sombra. Esta técnica no solo reduce la exposición de los cultivos a las olas de calor y mejora la calidad del suelo, sino que también genera beneficios ecosistémicos y económicos para las familias productoras.
Construir una transición justa requiere de voluntad política, articulación intersectorial y el compromiso de toda la sociedad. Hora de Obrar continúa trabajando para que las comunidades tengan oportunidades reales de adaptación y desarrollo sostenible.
Si querés conocer más sobre nuestras iniciativas o sumarte a este trabajo, escribinos a desarrollo@horadeobrar.org.ar
El taller reunió a 70 participantes, entre docentes, equipos directivos y miembros del equipo de orientación escolar de los tres niveles educativos del colegio.
Los días 12 y 13 de febrero de 2025 se llevó a cabo en el Colegio Holandés de Tres Arroyos un taller de capacitación docente orientado a la enseñanza ecológica a través del Ciclo de Indagación.
La actividad fue organizada por el Centro de Educación Ambiental para Docentes (CEAD) de la Asociación Civil Nuestra Tierra, con el apoyo de la Fundación Protestante Hora de Obrar.
Durante las dos jornadas de capacitación, los y las docentes exploraron estrategias pedagógicas para integrar la enseñanza ecológica en el patio escolar y su extrapolación a contextos más amplios. La metodología del Ciclo de Indagación permite que estudiantes y docentes interactúen con su entorno desde la observación, la formulación de preguntas y la experimentación, promoviendo un aprendizaje interdisciplinario que vincula ciencias naturales, matemáticas, ciencias sociales, prácticas del lenguaje, arte, educación física y música.
Uno de los ejes centrales del taller fue el desarrollo de experiencias de aula abiertas, que favorecen el contacto directo con la naturaleza y el análisis crítico del impacto humano en el medio ambiente. Además, se abordó el concepto de ecofobia y la importancia de promover un vínculo positivo con la naturaleza en el alumnado, evitando discursos paralizantes sobre las problemáticas ambientales.
El programa del taller incluyó sesiones teóricas y prácticas, con actividades grupales y dos «Congresos Científicos» donde los participantes expusieron los procesos de indagación desarrollados. Como cierre, cada equipo elaboró un proyecto de indagación adaptado a su nivel educativo, que será evaluado y retroalimentado por las facilitadoras en los próximos meses.
“Desde la Fundación Protestante Hora de Obrar, seguimos comprometidos con la educación ambiental y el fortalecimiento de prácticas pedagógicas innovadoras. Confiamos en que esta experiencia enriquezca la enseñanza y el aprendizaje en el Colegio Holandés Tres Arroyos.” Cerró Fabián Dinamarca, coordinador de Programas y Proyectos de Hora de Obrar.
Formadores y formadoras en ecoteología de América Latina, el Caribe y comunidades latinas en EE.UU. se reunieron en la Universidad Bíblica Latinoamericana de San José de Costa Rica para fortalecer la formación en justicia ambiental y climática. En este marco nació el Colectivo Bambú, una red de trabajo colaborativo donde participa la Fundación Hora de Obrar.
Otros Cruces y la Universidad Bíblica Latinoamericana junto a la Red de Fe por la Justicia Climática en Abya Yala, Latinoamérica y el Caribe convocaron el encuentro “Ecoteología en Acción” entre el 29 de enero y el 1 de febrero, a San José de Costa Rica,, a escasos kilómetros de la ciudad de Escazú, donde en 2018 se firmó el primer acuerdo sobre ambiente entre países de América Latina y el Caribe. Este espacio de diálogo ecuménico reunió a 23 personas de 12 países y 14 tradiciones cristianas para generar redes de cooperación y formación en un contexto de crisis socioambiental.
Estos intercambios permitieron también identificar aspectos pedagógicos, bíblicos, epistemológicos y políticos transversales al trabajo ecoteológico en el continente. Además, se ofrecieron talleres de huerta, comunicación, incidencia y pedagogía donde se compartieron experiencias y herramientas prácticas para el trabajo en ecoteología.
Fruto del encuentro nació el Colectivo Bambú, un espacio que buscará promover la formación en ecoteología en comunidades cristianas y acompañará los procesos de incidencia de organizaciones de fe y movimientos sociales en toda América.
Entre las personas que integran este nuevo colectivo se encuentran Andrea Roa Almeida, del Centro Emmanuel, y Jorge Weishein, de la Fundación Hora de Obrar y representante de la Red Ecuménica de Educación Teológica (REET).
Este proceso de articulación generado por la Red de Fe por la Justicia Climática cobra especial relevancia en la antesala de la COP30 sobre Cambio Climático, que se realizará en noviembre de 2025 en Belém do Pará, en la Amazonía brasileña.
Te invitamos a seguir a la Red de Fe por la Justicia Climática en Abya Yala, Latinoamérica y el Caribe en sus redes:
A partir del análisis de relatos bíblicos y cuentos, debatieron sobre la responsabilidad cristiana en el cuidado de la creación.
Durante el campamento juvenil del distrito sur de la IERP, 15 jóvenes Neuquén, Bariloche, San Martín de los Andes y Tres Arroyos compartieron momentos de recreación y compañerismo.
Bajo el sol del verano patagónico, los relatos bíblicos de la creación y cuentos seleccionados dispararon el debate sobre la responsabilidad cristiana en la preservación del ambiente. Así el grupo compartió experiencias concretas de este compromiso en su día a día y reconoció los desafíos pendientes para alinear la práctica con la convicción.
“Los jóvenes se engancharon muy bien con la propuesta, desarrollando reflexiones profundas sobre nuestro rol en el cuidado de la creación”, expresó la pastora Annedore Held, quien destacó la importancia de estos encuentros y el apoyo recibido para su realización: “Valoro los espacios de capacitación que estamos logrando brindar y el apoyo que se nos ofrece desde la Fundación Protestante Hora de Obrar para hacerlos posible”.
Hora de Obrar continúa acompañando a las comunidades de la IERP en su formación y acción por la justicia climática con la convicción de que la fe nos llama a transformar nuestras convicciones en gestos concretos de cuidado y transformación.
Con el apoyo de la Fundación Hora de Obrar y el INTA, niños, niñas y jóvenes de la localidad de misionera, cultivan árboles nativos, alimentos orgánicos y, sobre todo, el compromiso con la creación.
El proyecto “Cuidemos la Creación”, nació de un sueño largamente compartido entre los miembros de la congregación de Montecarlo de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, en Misiones. La iniciativa se hizo posible gracias al apoyo financiero del Programa de Promoción para el Cuidado de la Creación (PPCC) de la Fundación Hora de Obrar y el asesoramiento técnico del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
La ingeniera forestal del INTA, Doris Bischop, es una de las referentas de la iniciativa: “Queríamos combinar el cuidado del medioambiente con la producción de alimentos saludables, involucrando a las familias y, sobre todo, a los jóvenes. Este vivero es la materialización de ese sueño”, cuenta.
Con la construcción del invernadero, a principios de 2024, comenzaron las capacitaciones. Los talleres incluyeron desde técnicas para la propagación de árboles nativos hasta el establecimiento de huertas orgánicas familiares. Muy pronto los y las jóvenes de la congregación, liderados por Irina Lorenz, se involucraron con entusiasmo: “Trabajamos en equipo trasplantando árboles, cuidando flores y produciendo alimentos que utilizamos en los eventos de la iglesia o llevamos a nuestras casas. Es un proyecto que nos conecta con nuestra fe y con la naturaleza”.
“Cuidemos la Creación” es un ejemplo de trabajo colectivo. Las familias han replicado las prácticas en sus hogares, y la comunidad local ha participado en las actividades educativas. “El objetivo es que este vivero no solo beneficie a nuestra congregación, sino que sea un recurso para toda la comunidad de Montecarlo”, señala Mateo Fischer, referente de proyectos ambientales de la Fundación Hora de Obrar.
La dimensión espiritual también tiene un lugar especial en este vivero. Una de las tradiciones que más emociona a la congregación es la entrega de un árbol a cada joven que se confirma. A partir de ahora ese árbol será producido en el vivero: “Es un símbolo hermoso. El árbol crece junto con su fe y es una manera de recordarnos el vínculo con la creación”, explica Lorenz.
Los resultados ya son visibles. El vivero produce plantines de especies nativas, además de variedades de hortalizas y flores ornamentales. Las acciones han ayudado a reforzar el conocimiento sobre la biodiversidad local y a promover la importancia de la reforestación en una provincia que enfrenta serios desafíos ambientales.
Para Doris Bischop, el impacto trasciende lo material: “Este proyecto nos ha unido como comunidad. Los jóvenes están más comprometidos, las familias se sienten involucradas y vemos cómo este pequeño espacio genera un cambio en nuestra manera de relacionarnos con la naturaleza”, reflexiona.
La estrategia de la Fundación Hora de Obrar buscó coordinar los esfuerzos, capacidades y recursos de comunidades, organizaciones y gobiernos para prepararse frente a incendios, inundaciones y otros desastres. El caso de la provincia de Misiones y el rol clave de las comunidades de fe.
En el verano de 2021/2022, incendios forestales devastaron la provincia de Misiones. Las llamas avanzaron rápidamente afectando a comunidades enteras y áreas protegidas. En muchas localidades, esto evidenció la importancia de contar con herramientas para prevenir emergencias y actuar con rapidez cuando estas ocurren. Era urgente mejorar la gestión de riesgos en la región.
En este escenario, con el apoyo de Pan para el Mundo, la Fundación Hora de Obrar emprendió un proyecto integral que buscó preparar a los diversos grupos comunitarios a enfrentar los incendios, pero por sobre todo, fortalecer la capacidad de prevenirlos.
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personas sensibilizadas para gestionar riesgos y emergencias entre 2021 y 2024
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grupos comunitarios acompañados
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Plan de preparación y respuesta ante emergencias del Foro ACT Argentina
La campaña de respuesta directa ante la emergencia
En 2017, tras intensas inundaciones en la provincia de Entre Ríos, la Fundación Hora de Obrar ya había identificado que capacitarse para responder a las emergencias era una prioridad. Por ello se gestionaron capacitaciones para el personal y se hizo una campaña de sensibilización dirigida a las congregaciones de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata. Posteriormente, en 2020, gracias al apoyo de Pan para el Mundo, la cooperante para Gestión de Riesgos y Emergencias, Martina Grahl, se integraría al equipo de la fundación, con el objetivo de sistematizar e intensificar estos esfuerzos.
En diciembre de 2021, Argentina declaró una emergencia ígnea en la provincia de Misiones, como consecuencia de una combinación de altas temperaturas, sequías prolongadas, la bajante histórica del río Paraná.
En este contexto, y aprovechando el aprendizaje adquirido en los años anteriores, Hora de Obrar coordinó acciones para dar respuesta directa al personal de emergencia que combatía los fuegos. Junto a 8 parroquias de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata en 25 de Mayo, Alba Posse, Leandro N. Alem, Eldorado, Jardín América, Oberá, Ruiz de Montoya, Posadas y Puerto Esperanza, se logró dar una respuesta efectiva a nivel local.
Para lograrlo se relevaron necesidades y se mapearon los recursos disponibles en las zonas afectadas y se evaluó de qué manera se podía colaborar. Así se conformó un equipo de coordinación de acciones de la Fundación Hora de Obrar y referentes del distrito, en Buenos Aires y Misiones, y se lanzó una campaña de respuesta inmediata en dos frentes:
Donación online para la compra de bebidas y equipamiento para el personal de emergencia
Red local de donaciones directas en ocho parroquias de la IERP que recibieron y distribuyeron bebidas embotelladas.
En una segunda instancia, como respuesta a mediano plazo, se relevaron necesidades específicas de equipamiento de los cuarteles de bomberos y se compraron botas, mochilas y sistemas de comunicación entre otros elementos indispensables para combatir el fuego de forma segura.
Gracias a este esfuerzo coordinado y una rápida movilización, se logró recaudar más de un millón y medio de pesos (alrededor de 6500 USD). Estos fondos permitieron abastecer de agua embotellada y equipamiento de emergencia a diez cuarteles de bomberos. El equipo incluyó 1 equipo de radiocomunicación y una antena, 24 pares de botas de seguridad ignífugas, 8 mochilas incendios forestales, 1 manguera para incendios y 4 linternas de cabeza.
La rápida coordinación y comunicación entre referentes locales y la Fundación hizo posible que esta primera ayuda llegará a su destino, en muchos casos, antes que la de cualquier otro actor local.
Actuar antes: el plan de capacitaciones y sensibilización
Terminada la emergencia, las acciones continuaron. Entre 2021 y 2024 se realizaron una serie de talleres en la provincia, como también en Chaco, Buenos Aires y Paraguay alcanzando a más de 600 personas.
Para la cooperante, Martina Grahl, estas instancias no enseñan cómo responder ante emergencias, sino que también promueven una conciencia preventiva: «El cambio climático incrementa la frecuencia de desastres. Es crucial que las comunidades identifiquen riesgos locales y desarrollen planes concretos para mitigarlos», explicó.
En 2024, en las ciudades de Capioví y Ruiz de Montoya de Misiones, bomberos voluntarios, funcionarios municipales y miembros de comunidades mbya asistieron a talleres de gestión de riesgos. “Está muy bueno porque te llenás de conocimientos que son muy fundamentales para la vida cotidiana”, comentó la bombero voluntaria de Puerto Leoni, Tamara Acosta.
Las capacitaciones incluyen desde charlas sobre riesgos geofísicos hasta la formación de comités locales para la organización comunitaria. Jorge Fernández, referente para esta temática en CREAS, acompañó este proceso. «Pusimos en valor las experiencias locales y las complementamos con nuevas informaciones y estrategias. Esto permite fortalecer capacidades locales y pensar cómo trabajar a futuro».
“Está muy bueno porque te llenás de conocimientos que son muy fundamentales para la vida cotidiana”
Tamara Acosta, bombero voluntaria de Puerto Leoni
Durante los talleres, se compartieron herramientas prácticas para analizar los riesgos y elaborar planes comunitarios. “Los municipios pequeños, como los de esta región, tienen experiencias valiosas que deben integrarse en los planes más amplios. Lo que hacemos es complementarlas con nuevas herramientas”, enfatizó Fernandez.
El rol clave de las comunidades de fe
Las previsiones climáticas actuales son preocupantes: en 2030, el mundo podría enfrentarse a 560 desastres al año. Más alarmante aún, se estima que casi 40 millones de personas podrían caer en la pobreza extrema debido a los efectos del cambio climático y los desastres.
En este escenario es difícil hallar esperanza. Martina Grahl lo tiene bien claro. “Siempre abro los talleres preguntando por qué si hay organizaciones expertas, deberíamos involucrarnos. Y la respuesta es simple. Las organizaciones de fe trabajan a partir de los valores de solidaridad y compasión. El trabajo diacónico junto a las personas pobres y marginadas, el trabajo por los derechos, ya es un aporte.”
Además hay contribuciones específicas para prevenir y actuar ante las emergencias. “Hay un rol irremplazable del Estado pero también la iglesia tiene muchas capacidades. Por ejemplo, puede organizar a las personas y hay infraestructura que pueden poner a disposición”, indicó la experta: “Además de eso, tenemos el compromiso de cuidar a la creación y hay muchas acciones locales que podemos hacer para reducir los riesgos de desastres en las comunidades”.
Como complemento de los talleres, en 2022, Hora de Obrar creó un manual dirigido a grupos jóvenes para aprender a organizar campamentos más seguros. El manual define conceptos clave, explica cómo analizar y evaluar los riesgos potenciales para planificar la actividad y gestionarlos de forma eficaz. Así la comunicación se destaca como un elemento fundamental que atraviesa todas las etapas de la gestión de riesgos, tanto dentro del equipo organizador como con los y las participantes, sus familias y las autoridades.
“Es un conocimiento no solo para mí sino para toda la comunidad; aprendizaje para estar alertado cuando suceden incendios”.
Juan de Dios Mendez
Enfoque integral
Integrar la gestión de riesgos con otros proyectos ha demostrado ser eficaz para lograr impactos más amplios. Así por ejemplo, con el equipo del programa de reforestación, Crece Selva Misionera, y el del programa Fortalecimiento Mbya se organizaron jornadas de reforestación en aldeas indígenas, para conservar las vertientes y prevenir inundaciones junto a una de las poblaciones más vulneradas. A su vez referentes indígenas se capacitaron en gestión de riesgos. Así lo destaca el docente indígena de la comunidad Azul, Juan de Dios Mendez: “Es un conocimiento no solo para mí sino para toda la comunidad; un aprendizaje para estar alertado cuando suceden incendios”.
La articulación en el Foro ACT y la proyección nacional
El proyecto también buscó generar sinergias a nivel nacional. El Foro ACT Argentina es un espacio de articulación integrado por cuatro organizaciones de fe miembro de la red de iglesias protestantes ACT Alianza. Bajo el liderazgo de Hora de Obrar y CREAS, el Foro cuenta ahora con su Plan de Respuesta y Preparación para poder brindar y acompañar una respuesta adecuada ante posibles emergencias a nivel local, como una mejor claridad sobre roles y responsabilidades y también limitantes y necesidades de capacitación para el futuro. Este insumo es fundamental para acceder a fondos de emergencia y actuar en el durante y el después. Este plan incluye un análisis del contexto argentino y los principales riesgos.
Conocer los riesgos, invertir en prevención y generar redes
En tres años de intenso trabajo, la Fundación Hora de Obrar ha consolidado un modelo que combina capacitación, fortalecimiento institucional y sensibilización comunitaria. Así más de 600 personas, entre funcionarios y líderes comunitarios, han sido entrenadas con herramientas específicas para identificar y gestionar riesgos locales.
Pero los aprendizajes trascienden las cifras: “Lo más valioso es que las comunidades han comenzado a verse como protagonistas. Ahora saben que prevenir un desastre es tanto su responsabilidad como la de las autoridades”, reflexiona Jorge. Este enfoque colaborativo y preventivo, como destaca también Martina, demuestra que conocer los riesgos, invertir en recursos y fomentar la organización comunitaria no sólo mitiga los daños, sino que puede salvar vidas.
La experiencia de Hora de Obrar en la provincia de Misiones no solo beneficia a las comunidades locales, sino que se presenta como una experiencia replicable en otras regiones de Argentina: “El cambio climático no conoce fronteras. Cada inversión en prevención hoy es un desastre menos mañana,” concluyó Martina.
Un incendio forestal es un fuego descontrolado de rápida propagación que afecta a bosques, llanuras, pastizales y pasturas. El 95% se producen por acción humana. Para evitarlos es importante que tengas en cuenta estas recomendaciones.