La Fundación Protestante Hora de Obrar compartió su experiencia en la promoción de la justicia de género y la implementación de la ley de Educación Sexual Integral en contextos religiosos. La ponencia se puede ver completa en youtube.
La Ley de Educación Sexual Integral desempeña un rol crucial en el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes, abarcando no solo el crecimiento físico, sino también el bienestar psíquico y mental. Desde su compromiso cristiano de amor y respeto al prójimo, Hora de Obrar apoya activamente la formación docente en estas temáticas, impulsando la implementación de la ley para construir entornos seguros y promover el bienestar de cada estudiante.
Promover la justicia de género es uno de los cinco ejes principales de trabajo de la Fundación, impulsando diálogos para asegurar el derecho a una vida libre de violencias, el acceso a información veraz y la oportunidad de recibir una educación integral. A través de talleres interculturales de educación sexual, Hora de Obrar busca una comprensión amplia de la sexualidad que promueva el respeto y la dignidad de cada persona, uniendo comunidades en torno al bienestar común.
Entre sus iniciativas destacadas, la Mesa de Colegios Evangélicos por la ESI reúne cada año a más de 15 comunidades educativas con el objetivo de formarse, reflexionar y debatir en torno a la aplicación de la Educación Sexual Integral en sus instituciones.
Durante el congreso, la Lic. Pamela Peñin y el Pastor Jorge Weishein dieron cuenta del desarrollo de estos programas y proyectos orientados a la igualdad y el respeto, fomentando la expresión libre de los afectos y el conocimiento del cuerpo y sus derechos para una vida más saludable, en el marco del histórico rol de la Iglesia Evangélica del Río en defensa de los derechos humanos.
Hora de Obrar participó del Sínodo de la IERP con una emotiva celebración por sus 10 años junto al consejo de administración y el equipo de trabajo.
Este Sínodo de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, que tuvo lugar en Esperanza, Santa Fe, reunió a delegados y delegadas de la Iglesia bajo el lema “Espiritualidad para la misión”, subrayando sus cuatro dimensiones fundamentales: evangélica, profética, diacónica e inclusiva. Como cada año, Hora de Obrar estuvo presente; esta vez, para compartir su cumpleaños número 10.
El carácter diacónico de la misión, implica un compromiso activo en la ayuda a quienes más lo necesitan. Este enfoque ha sido central en la labor de la Fundación, que no solo busca brindar asistencia, sino también empoderar a las comunidades para construir un futuro más justo y digno con proyectos que dan espacio a todas las personas, sin importar su origen, condición social o identidad.
Así lo enfatizó el pastor Javier Gross, presidente del consejo de administración de Hora de Obrar en el informe a la Asamblea Sinodal: “La misión de Hora de Obrar es también una misión inclusiva. Nos esforzamos por ser una organización donde cada persona, sin importar su trasfondo, se sienta acogida y valorada”.
El Consejo profundizó en la dimensión del trabajo de Hora de Obrar y su impacto a lo largo de esta década. Fue un momento de reflexión y agradecimiento, en el que jóvenes y mujeres de diferentes distritos también tomaron la palabra para expresar sus experiencias, aportando un valioso testimonio sobre el sentido de pertenencia y compromiso que inspira Hora de Obrar.
“Cuando hacemos diaconía, cuando servimos, cuando nos solidarizamos con nuestros hermanos y hermanas en sus necesidades dentro y fuera de nuestras comunidades, estamos siendo también una iglesia profética, evangélica e inclusiva.”, expresó Gross.
A lo largo del recorrido propuesto por el consejo, se pudieron observar videos y oír diversos testimonios de las personas con quienes llevamos adelante esta tarea de servicio. “La Fundación como bien se ha visto y escuchado en estos testimonios es un instrumento, una herramienta o medio de la iglesia para la misión de Dios, y como tal debe estar al servicio de las comunidades e iglesia toda, para poder llevar adelante su tarea misionera la cual es irrenunciable.” agregó.
Por su parte, el director ejecutivo, Nicolás Rosenthal, presentó los resultados logrados a lo largo de una década de trabajo en comunidades y el compromiso continuo con la justicia social y ambiental. “Somos un equipo de diversas disciplinas que lleva adelante y acompaña proyectos que tienen un gran impacto en el desarrollo social y ambiental. Siempre dispuestos a acompañar a quienes están en el corazón de nuestro trabajo, que son las comunidades vulneradas en sus derechos y las congregaciones.”
Durante el encuentro, Hora de Obrar instaló un stand en la Feria de la Misión, que estuvo coordinada por el diácono Martín Elsseser y la pastora Annedore Held. Allí se expusieron materiales y recursos de sus programas y proyectos en temas como justicia de género, desarrollo comunitario, pueblos originarios, fortalecimiento diacónico y justicia climática. Allí se propuso un espacio interactivo y lúdico donde las personas pudieron participar en un divertido juego de preguntas y respuestas sobre la fundación, aprendiendo y recordando logros y desafíos a través de los años.
La celebración finalizó encendiendo las velas de la torta, símbolo de luz y esperanza, junto a SEDi, que también cumplió 10 años. Fue un momento emotivo que renovó la energía y la alegría de seguir adelante, con la comunidad como protagonista en este camino de transformación y fe.
Silvia y Enrique festejaron sus 60 y tomaron una decisión muy especial: invitaron a sus seres queridos a que, en lugar de comprarles un regalo, lo donen a la campaña de asistencia alimentaria de Hora de Obrar. El resultado fue extraordinario.
La pareja celebró su cumpleaños y decidió darle un destino solidario a sus regalos. Lograron recaudar cerca de 1 millón de pesos, equivalente a 351 kilos de alimentos, que hoy ayudan a 12 centros comunitarios y benefician a más de 1.000 personas. El aporte se recibió en el marco de la campaña de asistencia alimentaria que la Fundación Hora de Obrar impulsa desde el mes de mayo.
«Conocer el trabajo de Hora de Obrar, sus necesidades, y saber que la ayuda llega a quien realmente la necesita nos motivó a transformar nuestro cumpleaños en esta oportunidad solidaria«, compartieron.
Al extender la invitación a amigos y familiares, la respuesta fue más que positiva. “Les facilitamos el tema de pensar en el regalo, y todos estuvieron felices de aportar a algo tan significativo,” comentaron. Hoy, Silvia y Enrique sienten la satisfacción de saber que su celebración dejó una huella en la vida de muchas personas.
Si estás considerando hacer lo mismo en tu próximo cumpleaños, Silvia te anima: “Es un regalo adicional a cualquier festejo saber que entre invitados y agasajado se puede lograr apoyar las causas de la Fundación”.
¿Te gustaría transformar tu cumpleaños en una celebración solidaria?
Sumate a esta iniciativa y convertí tu día especial en una oportunidad para ayudar. Escribinos a daiana.laguna@horadeobrar.org.ar y organizamos una celebración con propósito. ¡Sumate a transformar la realidad!
El emotivo evento, reunió a representantes de organizaciones amigas para reconocer el camino recorrido, renovar el compromiso con su misión y proyectar los próximos desafíos.
Nicolás Rosenthal, director ejecutivo de Hora de Obrar, agradeció a las organizaciones presentes y recordó que la Fundación nació con la misión de llevar adelante la línea de defensa de los derechos humanos y ambientales de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata. “Creemos en las redes, en trabajar juntos y juntas, en promover la solidaridad y la empatía frente a un escenario de individualismo creciente. Este trabajo no podría ser posible sin el acompañamiento de todos y todas ustedes. Muchas gracias”, expresó Rosenthal con mucha emoción y alegría.
10 años de logros y expansión
Desde sus inicios, la Fundación Hora de Obrar ha desplegado un trabajo que impacta a miles de personas, abordando la complejidad de los problemas sociales y ambientales con un enfoque integral y multidisciplinario. A través de un equipo diverso en áreas como trabajo social, educación, comunicación, psicología y teología, entre muchas otras disciplinas, la fundación ha logrado desarrollar proyectos que buscan un cambio profundo en comunidades indígenas, familias en situación de vulnerabilidad, adolescentes, productores rurales, mujeres y comunidades de fe.
A lo largo de la década, estos son algunos de los logros alcanzados por la fundación:
El evento conducido por Mariana Malgay, coordinadora de comunicación de Hora de Obrar, también incluyó la presentación de un video institucional, que ilustró estos años de crecimiento y compromiso. La proyección emocionó a las personas presentes y sirvió para recordar que, si bien los retos continúan, el impacto del trabajo conjunto en función de la transformación de la realidad es visible y crece cada día.
El Pastor Presidente de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, Pastor Leonardo Schindler, y Javier Gross, Presidente del Consejo de Administración de la Fundación, compartieron palabras en alusión al aniversario y la apuesta a generar cambios estructurales en comunidades de Argentina, Uruguay y Paraguay. En palabras de Javier Gross “la Fundación es un medio para un fin, y ese fin es el de transformar la vida de las personas.”
El evento cerró con música en vivo de la mano de la trovadora Carolina Wajnerman y su banda.
Este décimo aniversario es un recordatorio de lo logrado y una invitación a seguir expandiendo la misión de la Fundación. Los próximos años prometen ser de crecimiento y nuevos desafíos, con la convicción de que, gracias al esfuerzo conjunto, cada acción contribuye a una sociedad más justa, equitativa y solidaria para todas las personas.
Cada año, personas cristianas de todo el mundo se unen para celebrar el Tiempo de la Creación, un período dedicado a reflexionar, orar y actuar por el cuidado de nuestra casa común. Se ofrecen actividades y recursos que invitan a las comunidades de fe a profundizar en su responsabilidad hacia la Creación.
El Tiempo de la Creación es una celebración ecuménica anual desde el 1 de septiembre (Día Mundial del Cuidado de la Creación) hasta el 4 de octubre (fiesta de San Francisco de Asís), y busca dirigir la atención sobre la necesidad de contemplar y actuar por nuestra Casa Común.
El símbolo para 2024 son “Las Primicias de la Esperanza”, un recordatorio de que la esperanza permite superar la decadencia y actuar con libertad y responsabilidad para hacer del mundo un lugar mejor, trabajando juntos con la Creación.
Este período de oración y acción pone de relieve la urgente necesidad de abandonar los combustibles fósiles y avanzar hacia un mundo más justo y sostenible. Este compromiso se refleja en la adhesión al Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles (TNPCF), una iniciativa internacional que propone eliminar progresivamente el carbón, el petróleo y el gas, al tiempo que garantiza una transición justa para las comunidades, trabajadores y trabajadoras afectadas.
¿Qué es el Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles?
Surge de la necesidad de frenar la expansión de la industria de los combustibles fósiles, responsable de una parte significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero. Este tratado complementa acuerdos previos, como el Acuerdo de París, pero pone un énfasis claro en reducir la oferta de estos combustibles que dañan al planeta. No se trata solo de reducir el consumo, sino de garantizar que no se desarrollen nuevos proyectos que amplíen la producción de carbón, petróleo o gas.
El tratado se estructura en tres pilares fundamentales:
1- No proliferación: Detener nuevos proyectos de extracción de combustibles fósiles. 2- Retirada progresiva: Desarrollar un plan para reducir de manera justa y gradual la producción existente. 3- Transición justa: Asegurar que la transición hacia energías renovables se realice de manera equitativa, sin dejar atrás a los trabajadores y comunidades dependientes de la industria fósil.
El TNPCF no solo busca frenar el calentamiento global, sino también generar un cambio positivo en nuestras sociedades. Al abandonar la dependencia de los combustibles fósiles, promovemos un desarrollo más equitativo, apostando por tecnologías limpias y renovables que no solo cuidan el medioambiente, sino que también generan empleo y bienestar.
Desde Hora de Obrar creemos que nuestras acciones, tanto individuales como colectivas, pueden hacer una diferencia. Desde nuestra fe proclamamos la necesidad de cuidar la creación y actuar en consecuencia, buscando siempre promover la justicia social y ambiental, construyendo hoy un futuro donde nuestras economías no dependan de la destrucción de la naturaleza, sino que estén alineadas con el respeto y el cuidado de nuestra casa común.
Te invitamos a sumarte al evento de cierre del Tiempo de la Creación este 4 de octubre, donde reflexionaremos sobre los desafíos que enfrentamos y las acciones necesarias para proteger el planeta. Será una oportunidad para unirnos en oración y compromiso, renovando nuestra esperanza y determinación de construir un mundo más justo y sostenible.
Los derechos humanos y la perspectiva de género son blanco de descalificación y noticias falsas. ¿Por qué defendemos educación sexual integral y qué tiene que ver con la democracia en Argentina?
Por Fabián Dinamarca Coordinador de Programas y proyectos de la Fundación Hora de Obrar
Consensos básicos cuestionados
El pasado 30 de agosto volvimos a encontrarnos con docentes, equipos de orientación escolar y capellanías de 15 instituciones educativas de la ecumene protestante en la cuarta edición de la Mesa de Colegios Evangélicos por la Educación Sexual Integral (ESI). Entre las preocupaciones y temáticas que abordamos, hablamos de la necesidad de “volver a lo básico”. ¿Qué quiere decir esto?
Las diversas comunidades educativas identifican una debilidad y una necesidad de reforzar aspectos que deberían ser un consenso consolidado pero que lamentablemente no lo son, o por lo menos, están en algún nivel de crisis o tensión en esta etapa de nuestra sociedad. Y no se trata de aspectos menores, sino de definiciones que son cimientos, base y punto de apoyo de nuestro trabajo no sólo en el plano educativo sino en todas las expresiones en lo social, de la diaconía basada en derechos.
Nos referimos específicamente a dos grandes definiciones: los derechos humanos y la perspectiva de género vienen siendo el centro de discursos de desprestigio, descalificación y noticias falsas que han logrado calar en el sentido común de parte de nuestra sociedad amenazando, no sólo al trabajo sobre ESI, sino los consensos básicos de esta etapa de la democracia en Argentina.
La dignidad y el respeto como valores fundamentales
Repasemos estos conceptos en términos históricos y pongamoslos en relación con el sistema educativo.
El contexto de surgimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el año 1948, estaba atravesado por el impacto de la segunda guerra mundial. La crueldad y vulneraciones de la dignidad humana ocurridos en esta guerra incidieron en la construcción de un consenso internacional sobre lo que los países debían proteger y no volver a permitir, expresado a través de las Naciones Unidas.
Así surge este marco ético internacional que reconoce la dignidad de todas las personas. La Argentina suscribió la Declaración Universal en 1948, y en 1994 la incorporó a la Constitución Nacional en el artículo 75 inciso 22, con el conjunto de Declaraciones, Tratados y Pactos Internacionales sobre derechos humanos.
Es interesante detenerse en la lectura del preámbulo, los fundamentos y otras secciones de este breve documento compuesto por 30 artículos. En uno de los apartados de la Declaración Universal de DDHH hay un llamado a la difusión en el sistema educativo de los países, invitando a que el texto sea “distribuido, expuesto, leído y comentado en las escuelas y otros establecimientos de enseñanza”.
Saltemos ahora tres décadas en el tiempo, cuando el concepto de derechos humanos es resignificado y apropiado por la sociedad argentina post-dictadura en el inicio de la etapa democrática de 1983 bajo un principio y un consenso: el “Nunca Más” al terrorismo de Estado y el jucio a las juntas militares fue la forma en que nuestra sociedad procesó la etapa dictatorial finalizada y estableció límites y marcos al accionar del Estado.
En uno y otro caso, la Asamblea de las naciones en 1948 y la sociedad argentina en 1983, plantean un ideal social de dignidad y respeto de la persona humana con fuertes bases éticas y valores subyacentes, que debían a su vez ser transmitidos y plasmados en la formación de las personas, en los sistemas educativos, en las ideas que generaciones adultas debían transmitir a las nuevas.
No está de más recordar que la promoción de los DDHH es parte de las definiciones y principios plasmados en el estatuto de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP), y que esto fue trasladado a su vez a los objetivos de su organización diacónica: la Fundación Protestante Hora de Obrar.
El papel de la educación en la construcción de ciudadanía en cada época
Esto nos lleva a otro de los conceptos que nos interesa trabajar, y es que el sistema educativo tiene una relación intrínseca y necesaria con la transmisión de valores, ideas predominantes y necesidades de una época.
Pensemos en el momento fundacional del sistema educativo argentino a fines del siglo XIX y las necesidades a las buscaba dar respuesta. Estamos hablando de la llamada Generación del 80 en cuanto al liderazgo político, el proceso de construcción de una nación tras décadas de guerras civiles y delimitación territorial de un todavía muy joven país, la necesidad de insertar a ese país en el concierto internacional, mientras la mayor parte de la población provenía de procesos migratorios masivos. El sistema educativo diseñado en ese contexto debía aportar a la formación de personas desde una concepción de ciudadanía relacionada a proyecto y a esa etapa de la sociedad.
En la actualidad, la Ley de Educación Nacional 26.206 vigente, establece, en el artículo 3, que la educación es una prioridad nacional y se constituye en política de Estado para construir una sociedad justa, reafirmar la soberanía e identidad nacional, profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, respetar los derechos humanos y libertades fundamentales y fortalecer el desarrollo económico-social de la Nación.
Qué tiene que ver la educación con los géneros
Todo proceso formativo de personas, y por lo tanto el sistema educativo, tiene intencionalidades, valoraciones, contenidos que exceden la mera transmisión de conocimientos “objetivos”. La educación aporta a determinada construcción de ciudadanía, a formar personas con determinados atributos y valores. Algo más que evidente en las instituciones educativas de origen confesional, como las que nos reunimos en la Mesa de Colegios Evangélicos por la ESI.
Y en estos procesos de formación de personas, la educación juega un rol fundamental en términos de géneros. Es decir, en la producción y reproducción de determinadas formas de ser varones y mujeres, de modelos e ideales de familia y de expectativas y roles a cumplir en la sociedad.
Si se analizan como ejemplo materiales escolares de la España de 1939, en plena dictadura franquista, se evidencia su marcado autoritarismo y su integrismo católico. Desde la temprana infancia se enseñaba a las niñas a respetar su “tradicional rol de madre, hija y esposa”, y un modelo familiar centrado en el varón/esposo, autoridad, proveedor y al que esposa e hijos/as debían servir.
Este ejemplo histórico es muy gráfico sobre cómo el sistema educativo tiene un rol fundamental en reproducir determinados estereotipos y roles de género. En tiempos en que se habla tanto de “ideología de género”, si hay algo que aplica a una definición semejante es imponer roles fijos, estereotipados y que violentan la libertad de las personas, transmitidos por canales doctrinarios, autoritarios, castigando toda forma de transgresión de ese mandato presentado como “natural” o “mandato divino”, como ocurría en esa educación del contexto de la dictadura franquista.
¿Ideología es mala palabra?
La idea de este recorrido histórico, entre muchos otros posibles, tiene que ver con aportarnos insumos para pensar la actualidad de nuestra sociedad argentina y los ataques a la Educación Sexual Integral y a todo lo que involucre una perspectiva de género bajo la acusación de que es una “ideología”.
Acusación que, además de provenir desde sectores que claramente tienen una visión y una posición ideológica ante las políticas de derechos humanos y de ampliación de derechos de las mujeres y diversidades (es decir, que claramente tienen su propia “ideología), es algo que, como se dice coloquialmente: “embarra la cancha”.
Y esto porque partimos desde la tesis de que SIEMPRE los objetivos, lineamientos curriculares, el sistema educativo en su conjunto está atravesado por valores, idearios, ética. Es decir: de algunas de las dimensiones de lo que llamamos ideología.
El punto es que hay diferencias cualitativas entre las propuestas democráticas, liberadoras, que aportan a una vida plena para todas las personas, y las propuestas que imponen, violentan, reducen las posibilidades y reproducen los cimientos de las opresiones.
No es lo mismo reproducir estereotipos de género que cuestionarlos, problematizarlos, preguntarnos de dónde vienen y si son la única posibilidad para nuestra vida.
No es lo mismo imponer roles, formas de ser y de vivir el cuerpo, la identidad, las elecciones sexuales y afectivas, que respetar, alojar, acompañar la diversidad de realidades y posibilidades.
No es lo mismo reconocer la dignidad e integridad de toda persona que rechazar, reproducir discursos de odio y reprimir lo que “salga de la norma”.
La ESI contribuye a hacer la diferencia, y que es una ley -entre otras herramientas, políticas públicas y procesos de movilización social- que busca desandar y desarticular los mandatos, los estereotipos y las formas de relación que promueven violencias naturalizadas durante siglos en nuestras sociedades y en nuestras vidas. Pensar con perspectiva de género es fundamental para conocer, identificar, problematizar cómo funcionan -cómo funcionamos- esos mecanismos y buscar su transformación.
Lo “básico” que estuvimos recorriendo brevemente en este artículo, que fue preocupación y necesidad de conversaciones con los colegios de las iglesias, sigue siendo imprescindible para una vida libre de violencias, que es un derecho, un valor, un principio que en tiempos en los que la violencia ocupa vez más espacio en las relaciones humanas, es fundamental seguir defendiendo.
En medio de un contexto socioeconómico cada vez más desafiante, la declaración pública expresa un profundo malestar frente a las políticas económicas y represivas que, bajo el pretexto del «déficit cero» o el «equilibrio fiscal», agravan la situación de pobreza y desigualdad.
Citando el proverbio bíblico «El que para enriquecerse oprime al pobre o le da al rico, terminará en la pobreza» (Proverbios 22:16), las organizaciones denuncian que las medidas de ajuste y transferencias de recursos actuales solo benefician a los más ricos, mientras que un millón de niños y niñas en Argentina se van a dormir sin comer. Asimismo, señalan que estas políticas se sustentan en una creciente represión, poniendo en riesgo la vida y los derechos fundamentales de todas las personas.
Frente a esta realidad la Fundación Protestante Hora de Obrar, junto a las organizaciones religiosas, sociales y de derechos humanos firmantes, reafirman su compromiso con la justicia social y demandan al gobierno nacional que adopte medidas que garanticen la dignidad y los derechos de todas las personas.
Referentes de 16 instituciones educativas y comunitarias, que alcanzan a más de 10 mil estudiantes de todos los niveles educativos, fortalecieron su compromiso, defensa y capacitación para la implementación de la educación sexual integral.
Hora de Obrar organizó la cuarta Mesa de Colegios Evangélicos por la ESI para convocar a equipos directivos y docentes de toda la Argentina en un espacio ecuménico que año tras año se afianza más.
La jornada comenzó con un devocional de bienvenida a cargo del pastor Javier Gross, presidente del consejo de administración de Hora de Obrar, quien agradeció especialmente el compromiso y dedicación de los y las docentes. “Celebro el encuentro en este espacio de diálogo y reflexión que, contrario a lo plantean los discursos de odio que clausuran debates y silencian la palabra, se propone salir al encuentro del otro y la otra para aprender y nutrirse del intercambio”, destacó.
«Estamos acá para que la ley de Educación Sexual Integral sea una realidad, porque si bien es una ley que está vigente, si no la hacemos, si no nos comprometemos cada uno y cada una de nosotras en nuestras instituciones -más aun en estos tiempos-, no se aplica.» Destacó la lic. Laura Varela, psicopedagoga del Instituto Alberto Alberto Schweitzer.
También contamos con la participación de docentes y profesionales de la educación del Instituto Evangélico Luis Siegel, la Escuela Intercultural Bilingüe Takuapí, el Instituto Línea Cuchilla, el Colegio Holandés, el Colegio Ward, el Colegio San Esteban, el Jardín Arca de los Niños, el Centro Nueva Vida, el Instituto William Morris, el centro comunitario Casa San Pablo, el Jardín Caminito, la Comunidad Educativa La Paz, La Asociación del Centro Educativo Latinoamericano (ACEL), el IEA Villa del Parque, Caseros, Grand Bourg y José C. Paz, y la Escuela Juana Manso.
Primer panel: «La tradición protestante y el ideario de nuestras instituciones educativas»
El primer panel se centró en la importancia de los derechos humanos y la perspectiva de género en un contexto donde los fundamentalismos y el cuestionamiento de derechos adquiridos ponen en riesgo los avances logrados. Fabián Dinamarca, coordinador del área de programas y proyectos de Hora de Obrar, analizó la relación entre el sistema educativo y los contextos políticos y sociales en Argentina. Señaló que la fundación del sistema educativo argentino está intrínsecamente ligada a las necesidades y proyectos de la sociedad del siglo XIX, destacando que la educación no es un fenómeno aislado, sino que responde a las demandas sociales y políticas de su tiempo.
Dinamarca hizo hincapié en que el sistema educativo argentino, desde la Ley de Educación Nacional vigente (26.206), busca construir una sociedad justa y respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales y, en este sentido, la ESI es fundamental para lograrlo.
“Es importante que como sociedad acordemos que no es lo mismo reproducir estereotipos que cuestionarlos. No es lo mismo imponer roles, formas de ser y de vivir el cuerpo o la identidad, que respetar, alojar y acompañar otras realidades y posibilidades. No es lo mismo reconocer la dignidad e integridad de todas las personas, que rechazarlo y reproducir discursos de odio, reprimiendo lo que “sale de la norma”. La ESI contribuye a hacer la diferencia.” Indicó Dinamarca para dar inicio a este encuentro de formación y reflexión.
Por su parte, Graciela Morgade, vicedecana de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y parte del Movimiento Federal por más ESI, y Leonardo Félix, capellán del Instituto Alberto Schweitzer, complementaron estas reflexiones al compartir sus visiones sobre cómo las instituciones protestantes pueden contribuir a un enfoque educativo que respete la diversidad y promueva la igualdad y la justicia social.
Segundo panel: Actualización en temas de salud y comunicación
Cecilia Valeriano y Manuel Curia de Fundación Huésped junto a Patricia Wawrysiuk del equipo de Hora de Obrar presentaron avances en salud sexual, reproductiva y no reproductiva en el contexto actual, donde el avance de infecciones de transmisión sexual (ITS), como la sífilis, ha alarmado a los sistemas de salud tanto a nivel mundial como en Argentina. Estos problemas de salud pública evidencian la necesidad de una Educación Sexual Integral (ESI) más robusta que brinde información precisa a estudiantes de todos los niveles. Promoviendo la prevención, el autocuidado y la promoción de relaciones respetuosas y saludables, la ESI ayuda a las juventudes a tomar decisiones informadas y responsables.
Carolina Di Palma abordó los desafíos de la ludopatía, el uso de dispositivos y su impacto en la salud mental, mientras que Romina Coluccio, de FM En Tránsito, expuso sobre las fake news y las dinámicas de generación de contenido en redes, destacando la necesidad de una comunicación ética y responsable para un saludable desarrollo de los niños, niñas y adolescentes.
Finalmente, Andrea Rivas de la Asociación Familias Diversas (AFDA), reflexionó sobre la diversidad, las identidades y expresiones de género, y cómo éstas son vividas en las comunidades educativas y religiosas.
Trabajo en grupos y reflexiones finales
Tras desarrollarse los paneles expositivos los y las presentes se dividieron en mesas temáticas con las personas expositoras para trabajar sobre experiencias concretas y compartir herramientas pedagógicas para trabajar sobre estas problemáticas en sus instituciones.
Este encuentro reafirma el compromiso de la Fundación Protestante Hora de Obrar con una educación que promueva la dignidad y el respeto por todas las personas, sin distinción ni discriminación. En un momento en que la Educación Sexual Integral celebra 18 años desde su promulgación como ley en Argentina, es vital recordar que el llamado cristiano a amar al prójimo implica también trabajar por una educación que forme ciudadanos y ciudadanas conscientes y respetuosos de la diversidad y los derechos humanos.
Agradecemos a todas las instituciones y personas que participaron en esta jornada, y continuaremos trabajando para construir comunidades educativas que sean espacios seguros, inclusivos y transformadores.
La Fundación Protestante Hora de Obrar fue invitada a participar del seminario de apertura de la nueva generación de voluntarios y voluntarias Norte-Sur, provenientes de Alemania. Estas actividades previas son fundamentales para comenzar sus tareas de voluntariado en distintas comunidades de Argentina, Uruguay y Paraguay.
Nicolás Rosenthal, director ejecutivo de la Fundación, compartió la misión y visión de Hora de Obrar, destacando el compromiso con la diaconía, la transformación social, la justicia ambiental, y la igualdad de género. «En estos 10 años nos enfocamos en acompañar procesos de transformación con el objetivo de construir una sociedad equitativa y solidaria. Creemos firmemente en la colaboración y el trabajo comunitario para lograr construir un futuro más justo y sostenible para todas las personas», afirmó Rosenthal.
Nahuel Gravano, responsable de proyectos de la Fundación, ofreció una perspectiva histórica y un análisis del escenario político actual en la región rioplatense. Su intervención brindó a los y las voluntarias un marco contextual necesario para comprender mejor la realidad en la que estarán inmersos durante su experiencia de voluntariado.
Pamela Peñin y Patricia Wawrysiuk, del equipo de programas y proyectos de la Fundación, llevaron a cabo un taller sobre educación sexual integral. En el mismo, abordaron temas como el consentimiento, las estrategias de cuidado, y la protección para garantizar una salud reproductiva y no reproductiva adecuada. Además, Peñin dirigió un segundo taller enfocado en el cuidado personal, orientado a que los y las voluntarias desarrollen estrategias para su bienestar y el de sus compañeros y compañeras durante esta experiencia.
El acompañamiento se completó con un taller sobre salud mental y la construcción de una cartografía de cuidado, facilitado por Martín Elsseser, responsable de diaconía comunitaria en Hora de Obrar. En este espacio, los y las jóvenes reflexionaron colectivamente sobre las preocupaciones, miedos e inseguridades que pueden surgir en su labor voluntaria. A través de la identificación de actores clave, como la familia, amigos, instituciones y referentes, los y las participantes pudieron construir una red de apoyo que les permitirá enfrentar los desafíos que se presenten en este tiempo. El taller culminó con la idea de construir procesos de salud mental y bienestar integral desde una perspectiva comunitaria.
Desde Hora de Obrar celebramos el compromiso de este nuevo grupo de voluntarios y voluntarias. Esperamos que el tiempo que dediquen a la labor diacónica en nuestras comunidades sea enriquecedor, lleno de aprendizajes y alegrías compartidas.
La Summer School 2024 reunió en Alemania a liderazgos religiosos, activistas y académicos y académicas de todos los continentes, para discutir y abordar los desafíos climáticos desde una perspectiva de fe y acción.
Mission EineWelt, el centro de colaboración, desarrollo y misión de la Iglesia Evangélica Luterana en Baviera, se dedica a promover la cooperación global, el desarrollo sostenible y el respeto por los derechos humanos, trabajando en conjunto con iglesias y organizaciones de todo el mundo. Sus summer schools, o escuelas de verano, son programas educativos intensivos que abordan temas como la justicia global, los derechos humanos, la paz y la misión cristiana. Estas escuelas ofrecen conferencias, talleres y actividades interculturales, con el objetivo de fomentar una comprensión más profunda de los desafíos globales desde una perspectiva teológica y ética, e inspirar a los participantes a convertirse en agentes de cambio en sus comunidades.
Este año la Summer School se desarrolló en torno a dos momentos de estudio. El primero, sobre el impacto ambiental en la vida y la teología de Martín Lutero, tuvo lugar en las ciudades icónicas de la llamada «ruta de Lutero», como Eisenach, Wittenberg y Magdeburg, en Alemania del Este. El segundo momento, sobre el impacto ambiental en la vida y misión de las iglesias en la actualidad, se llevó a cabo en Neuendettelsau y Nürenberg, sedes de Mission Eine Welt en Baviera.
Durante las sesiones y talleres, se discutió ampliamente sobre qué es la justicia climática y qué es la justicia en la Biblia (2 Sa 12,1-12), realizando un mapeo conjunto de la situación ambiental global y de las acciones de las iglesias participantes, desarrollando ideas para implementar los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) de forma concreta en las iglesias.
Para ilustrar dichas acciones, se visitó un proyecto de vida comunitaria comprometido con el cuidado del ambiente y la defensa de la paz, recorriendo locales que comercializan productos agroecológicos, y presenciando una exposición sobre el trabajo de Mission Eine Welt en todo el mundo. Tras una caminata por un bosque, se realizó una memoria de textos bíblicos que hablan de la justicia, debatiendo acerca de las posibles acciones que pueden llevar a cabo las Iglesias para mitigar el cambio climático, como estrategias de comunicación audiovisual y técnicas grupales de educación comunitaria.
El pastor Jorge Weishein, quien representó a la Iglesia Evangélica del Río de la Plata en este encuentro, comenta que uno de los debates destacados giró en torno a la sostenibilidad de las prácticas eclesiásticas en este contexto de crisis climática. Resultó novedosa la evaluación de la huella de carbono de las actividades religiosas y la viabilidad de mantener templos históricos que, aunque culturalmente valiosos, tienen un gran impacto ecológico. “Este tipo de análisis nos impulsa a reconsiderar nuestras propias prácticas y a explorar formas de alinear nuestra misión con los principios de sostenibilidad y cuidado de la creación”, agregó.
La participación en este encuentro permitió fortalecer lazos con personas, referentes de iglesias y organizaciones diacónicas comprometidas con la justicia social y climática en diferentes regiones del mundo. Las similitudes en los desafíos que se enfrentan en contextos de pobreza y desigualdad ponen de manifiesto la importancia de la colaboración global para alcanzar objetivos comunes como organizaciones basadas en la fe.
Estos espacios de aprendizaje y reflexión resultan relevantes para el trabajo de la Fundación. Los vínculos, conocimientos y perspectivas adquiridos en la Summer School nos inspiran a continuar trabajando con mayor determinación por una sociedad más justa, equitativa y solidaria.