Skip to content

BLOG

Fundación Hora de Obrar participó del Encuentro de planificación del Foro Ecuménico ACT Sudamérica como parte del Foro ACT Argentina. Durante la reunión se analizó la situación del continente y se trazaron líneas de acción conjunta para promover la dignidad de las personas y fortaceler las democracias. Conocé cómo se gestó este espacio y qué proyecta para el futuro. La historia es de Germán Vargas y fue pubicada en el blog de CREAS.
Foto: CREAS

En marzo de 2019, cuando viajé a Guatemala para asistir a la Conferencia Global sobre América Latina y El Caribe organizada por ACT Alianza, no imaginé que participaría también en la constitución de un espacio regional que reuniría a personas y organizaciones que, compartiendo sus preocupaciones por lo que acontece en la región, estaban dispuestas a transformar sus inquietudes en desafíos, y consecuentemente en compromisos para afrontar conjuntamente realidades que vulneran la dignidad de millones de personas, y ponen en riesgo nuestras ya debilitadas democracias.

No he preguntado quien fue la autora o el autor de la iniciativa, pero recuerdo bien la primera vez que nos reunimos y la grata sorpresa que significó para mí advertir nuestras coincidencias en enfoques y perspectivas. Las y los representantes de los Foros ACT de Argentina, Brasil, Colombia y Perú, concordamos sobre la necesidad de incidir frente a la amenaza que representan los fundamentalismos en tanto afectan particularmente los derechos de niñas, niños y adolescentes, personas en situación de movilidad, pueblos indígenas, entre otras poblaciones vulnerables.

Fue así que, ratificando la validez y vigencia del Foro Ecuménico ACT Suramérica (FESUR), decidimos consolidarlo como instrumento de acción e incidencia desde las iglesias y organizaciones basadas en la fe que lo conforman.

Casi tres años han pasado desde aquella vez, y la articulación del FESUR se ha mantenido, e incluso fortalecido, por haber sido capaces de formular una agenda clara, con planes que se han cumplido a pesar de los cambios por efecto de la pandemia del Covid-19, habiendo sabido adaptarnos a esos nuevos desafíos, así como a aquellos otros que representan nuestras comunidades de fe y los contextos de cada país.

Sin duda, la investigación “Fundamentalismos, crisis de la democracia y amenaza a los derechos humanos en América del Sur: tendencias y desafíos para la acción”, una de las primeras acciones que nos propusimos realizar como FESUR, ha marcado la pauta. Es nuestra convicción que no se puede contribuir al desarrollo y la justicia social, soslayando aquello que conspira contra nuestros esfuerzos por alcanzarlos.

Asumir los desafíos con responsabilidad implica una necesaria autocrítica, desde las organizaciones ecuménicas y progresistas como las nuestras, por haber subestimado o no dimensionar adecuada y oportunamente la incursión de esos nuevos fundamentalismos. Reconocerlo ha estimulado nuestras reflexiones y estudios para comprender lo que representan, invitando a otras instituciones de la sociedad civil, no religiosas, para acercarse a la realidad sin prejuicios, y sin reproducir la arrogancia y sectarismo que caracteriza a los grupos fundamentalistas.

Parte del proceso ha sido colocar el tema en las agendas nacionales de cada Foro, discerniendo las peculiaridades y complejidades en cada caso. Se trata de un movimiento que está siendo alentado por FESUR, afirmándose en la fe y compromiso por la justicia y el bien común de las organizaciones miembro y aliadas de ACT.

En la reunión del comité de coordinación realizada en Buenos Aires los días 10 y 11 de febrero se ha proyectado profundizar la articulación de acciones desde el ámbito ecuménico y las organizaciones basadas en la fe de la región, evitando la burocratización de este espacio, y con ello la merma de su capacidad de incidencia.

Asimismo, se ha revalidado nuestra Carta compromiso Sueños y proyectos compartidos, emitida en agosto de 2020, en el marco del Seminario Fundamentalismos, Democracia y Derechos Humanos. Reproduzco el párrafo final de la misma:

“Abrazamos el sueño de un continente mejor, donde:

  • La diversidad de personas y la pluralidad de sus pensamientos sea una riqueza a sostener.
  • Las múltiples desigualdades, un desafío a vencer cotidianamente.
  • Y los proyectos emprendidos colectiva y comunitariamente, sean horizonte del camino, pero también lugar compartido para transitar con otras y otros.

Que sean nuestros compromisos, fuertes y duraderos. Nuestras voces, claras y solidarias. Nuestros gestos, de amor y esperanza”

¡Amén!

Germán Vargas. Abogado y Director de Políticas e Incidencia de la organización Paz y Esperanza. Representa al Foro ACT Perú en FESUR.

La nota original fue publicada en el blog de CREAS, miembro, junto a Fundación Hora de Obrar, del Foro ACT Argentina y FESUR.

Play Video