Con eje en clima, género y juventudes finalizó la Asamblea global de ACT Alianza en la que se renovaron autoridades. El director ejecutivo de la Fundación Protestante Hora de Obrar, Nicolás Rosenthal, integrará el órgano de dirección de la coalición mundial de iglesias y se sumará a su Comité Ejecutivo como representante de América latina.
La organización global ACT Alianza finalizó su cuarta Asamblea General, celebrada por primera vez en formato virtual, reafirmando su compromiso de lucha contra el cambio climático, la justicia de género, la erradicación de la pobreza y un lugar preponderante para la juventud.
En este marco se eligió una nueva Junta de Gobierno global integrada por veintidós miembros. Erik Lysén, de ACT Iglesia Sueca, será el nuevo moderador. En tanto el teólogo protestante argentino Nicolás Rosenthal representará nuevamente a la región sudamericana e integrará por primera vez Comité Ejecutivo, de siete personas.
Nicolás Rosenthal se desempeña desde hace doce años como director ejecutivo de lo que hoy se conoce como Fundación Protestante Hora de Obrar, que con sede en Buenos Aires acompaña diversos proyectos sociales y ambientales en el cono sur. “Jesús exige de nosotros y del mundo una profunda transformación, una metanoia. Fue radical en su tiempo, y es radical a través del Espíritu en este tiempo.» Así recuperó la vigencia de las enseñanzas de Jesús el teólogo de 58 años al dirigirse a la Asamblea.
«Las mujeres y los hombres son iguales para Jesús, como podemos ver en muchas partes del Evangelio, la orientación sexual no es un problema para él. No hay lugar para la violencia. Solo un comprometido pacifismo que incluso nos llama a ofrecer la otra mejilla cuando somos atacadxs. Jesús toma en consideración a lxs extrañxs de otras naciones y sobre todo, denuncia las profundas desigualdades de la sociedad, llamando a los ricos a compartir con los pobres. Estos son los temas de la Alianza: justicia de género, justicia económica, paz y seguridad, migración, juventud. Solo el cambio climático no era un problema hace 2000 años, pero nuestro Señor era muy consciente de la naturaleza.”, reflexionó Rosenthal.
“Los cristianos y las cristianas están llamados y llamadas a cambiar radicalmente el mundo, para bien. ACT Alianza, como la organización cristiana de sus características más grande en el mundo, está en el lugar correcto, en el momento correcto para actuar en Su nombre.” Y concluyó enfatizando una frase que había compartido antes el movimiento juvenil: “Los mares están creciendo, pero nosotros también.”
Erik Lysén es Director de Asuntos Internacionales de ACT Iglesia Sueca y ha estado involucrado en el trabajo ecuménico por la justicia durante más de treinta años, comenzando su trabajo en 1991 en Sudáfrica. “Estamos en la alianza porque tenemos una causa común, una lucha global basada en la fe por la justicia climática y la justicia social. Estoy orgulloso de moderar una alianza que encarna los compromisos con el desarrollo sostenible, la cooperación multilateral, el respeto por la democracia y los derechos humanos, la paz, la dignidad y la igualdad, una coalición global de actores que trabajan juntos para contribuir a un mundo justo, inclusivo y pacífico. Una alianza que pone en acción la fe y la esperanza cristianas», expresó.
También destacó la importancia de la juventud para la Asamblea y para la vida de la alianza. «Esta asamblea general ha demostrado que podemos estar orgullosos de nuestra COP de jóvenes y de su experiencia, no sólo sobre el cambio climático, sino también sobre todas las conversaciones que hemos mantenido durante esta semana… Estamos en camino de construir un movimiento juvenil fuerte, pero sólo lo haremos a través de vuestras experiencias, consejos y competencia».
«El valor de que los miembros de la Alianza ACT trabajen juntos es mucho mayor que el de que los miembros actúen solos», concluyó. «Así que seamos valientes y veamos la luz. Pongamos la fe y la esperanza en acción. Seamos nosotros mismos el cambio».
ACT Alianza es una alianza global de más de 140 iglesias y organizaciones relacionadas que trabajan juntas en más de 120 países para crear un cambio positivo y sostenible en las vidas de las personas pobres y marginadas. Cuenta con el apoyo de 30.000 empleados de las organizaciones miembros y moviliza alrededor de USD 2.000 millones para su trabajo cada año en las áreas de ayuda humanitaria, desarrollo y promoción. El 76% de sus organizaciones miembros tienen sus raíces en el sur global, el 22% en el norte global y el 2% tiene presencia global.