La semana pasada compartimos las actividades de #NosContamos. Esta serie de actividades las organizamos en conjunto entre la Fundación Protestante Hora de Obrar y el Servicio Evangélico de Diaconía (SEDi), para apoyar la reflexión en nuestras comunidades respecto a los roles que ocupamos como mujeres y como varones, buscando construir vínculos sin violencias . Queremos una iglesia más igualitaria y justa, así como una sociedad más respetuosa y pacífica, sin violencias ni muertes, y para ello necesitamos hacer visible la perspectiva de las mujeres.
El Evangelio nos ofrece muchas historias en las que inspirarnos para desarmar modelos sociales y culturales que nos impiden vivir plenamente. Esas son las historias nos queremos volver a contar, y en esta oportunidad, comenzamos el sábado pasado con el culto ecuménico compartido entre IERP y IELU donde nos presentaron el relato de Samira, la mujer Cananea que, en un acto de valentía y fortaleza, interpeló a Jesús y sus discípulos pidiendo por la salud y el bienestar de su hija endemoniada. “La fe de Samira sabe leer e interpretar el anuncio del reino de Dios, la inclusión y la dignidad para todos los seres humanos” nos relató la Pastora Mariela Pereyra. Su fe vence el rechazo y el maltrato. Jesús se convierte frente a la riqueza del encuentro con lo diferente, logrando verla y reconocerla, entiende la importancia de no discriminar a nadie por un prejuicio.
Esta historia, basada en el relato bíblico de Mateo 15, 21-28, nos permitió hacernos muchas preguntas y pensar cómo habría sido esta historia de haber transcurrido en la actualidad. Así, vimos cobrar vida a los y las participantes de dicho relato en una conversación vía zoom, en la cual Samira lucha por ser oída y lograr la atención de Jesús tras que sus discípulos tratarán de mutearla.
Luego, en Voces tras nosotros, pudimos escuchar a sus discípulos reflexionar desde su masculinidad acerca del accionar de Samira, sus formas de manifestarse y los aprendizajes que les dejó la experiencia. En este podcast Juan y Pedro nos acercaron algunas preguntas, ¿por qué pensamos que tenemos derecho a decidir quién habla y quién no?, ¿por qué buscamos mutear, silenciar al otro, y más si es una mujer?, ¿por qué una voz pesa más que otra?, ¿acaso la voz de una mujer no tiene el mismo valor que la de un varón?
También tuvimos la oportunidad de escuchar la voz de los y las adolescentes a través de un vivo de instagram en el cual reflexionaron acerca de la hija de Samira, se preguntaron ¿qué implica estar endemoniada? Es una construcción que le cabe a las personas que se apartan de las normas sociales, que tienen un “distinto sabor y color en la humanidad”, según comentaron en el vivo. Pensaron en cómo se elaboran prejuicios acerca de los y las jóvenes por cómo se visten, si realizan intervenciones sobre su cuerpo, por cómo hablan, por sus consumos culturales, etc. Así, acordaron en la importancia de que prevalezca la libertad para todos y todas, y que la voz de las juventudes sea oída.
Por último nos dimos a la tarea de generar un espacio para que se den estos diálogos necesarios. Así, generamos un festival en vivo, a través de zoom, en el cual ocurrieron tres talleres simultáneos donde reflexionamos acerca de ¿qué espera Dios de los varones?, los cuidados y la educación sexual e integral, y las relecturas populares y feministas de la biblia. Estos talleres invitaron a la reflexión y el diálogo, convocando a la importancia de seguir construyendo como colectivo, compuesto por hombres, mujeres y diversidades, esta lucha por la igualdad de derechos para todos y todas.
Para cerrar este festival y esta semana de diálogo y reflexión, nos acompañaron con unas palabras Nicolás Rosenthal, director de la Fundación Protestante Hora de Obrar y Pilar Cancelo, directora del Servicio Evangélico de Diaconía (SEDi). Allí, nos convocaron a seguir leyendo y releyendo la biblia de la mano de diversas voces que nos ayuden a alejarnos de los discursos extremos, ya que, como menciona Nicolás, “no hay lugar en la biblia para discursos de odio, lo que Jesús nos dio fue un discurso político de la ternura”. Pilar nos anima: “las iglesias, las organizaciones, los creyentes y las creyentes, tenemos una oportunidad que no podemos dejar pasar frente a tanta violencia, tenemos que generar espacios de contención, de seguridad y de confianza para las mujeres. Tenemos que alzar esa voz profética mucho más fuerte que antes, y hablar de todas estas cosas.” para así defender la libertad y la dignidad de todas las personas, de toda la diversidad humana.
“El Plan de la Mariposa” fue el broche de oro para cerrar este festival con un tinte musical, y para quienes se quedaron con ganas de seguir oyendo música y aportando sus propuestas musicales, les dejamos la playlist colaborativa inspirada en la historia de Samira.
Te invitamos a seguir dejando tus reflexiones y opiniones en la página: www.noscontamos.org.ar. Este fue el primer capítulo de un proyecto que buscará continuar y nutrirse de todos los aportes que tengan para sumar.
Este proyecto contó con el apoyo de ACT Alliance y fue una iniciativa impulsada desde la Fundación Protestante Hora de Obrar y el Servicio Evangélico de Diaconía (SEDi).