¿Alguna vez te pusiste a pensar qué es la diaconía?
Hola soy Marisa Stehle, coordinadora del Centro de Día Arcángel Gabriel, ubicado en la localidad de los Polvorines, provincia de Buenos Aires. El Centro de Arcángel Gabriel es una obra de diacónica que propone trabajar desde la prevención e intervención de situaciones de vulneración de derechos de niños, niñas y adolescentes. El mismo pertenece a la Congregación Evangélica Alemana en Buenos Aires, que a su vez es parte de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata. En la comunidad donde funciona nuestro centro de día se observan situaciones de vulneración de derechos que perjudican el desarrollo integral y saludable de los niños, niñas y adolescentes Estos se encuentran atravesados por problemáticas de maltrato, violencia, abuso, problemas de conducta, de aprendizaje, de adicciones, entre otros.
Contamos en Arcángel Gabriel con un gran equipo de trabajo que van desde psicóloga, trabajadoras sociales, docentes de Educación Física, música apoyo escolar, literatura, dibujo, panadería, vitrofusión, alfarería, danzas clásicas, yoga y también tenemos el acompañamiento pastoral del pastor Javier Gross y la ayuda de voluntarios. Tenemos una excelente cocinera para poder brindar almuerzo, que tratamos que sea lo más nutritivo posible y también merienda a los niños, niñas y adolescentes.
En estos tiempos de cuarentena, no podemos realizar todas estas actividades, pero sí podemos acompañar a la familias conteniéndolas, asesorándolas, en caso de que exista alguna situación de violencia o vulneración de derechos de otra índole. Además estamos brindando, alimentos y productos de higiene, ya que muchas familias están en un contexto de economía informal, donde su ingreso es variable o en algunos casos inexistente, debido a este tiempo de cuarentena.
¿Alguna vez te pusiste a pensar qué es la diaconía?
La palabra diaconía viene de la palabra griega «diákonos» que significa servir. Diaconía es el servicio que el cristiano está llamado a dar en respuesta al amor de Cristo hacia nosotros y hacia nuestros semejantes que nos miran desde su sufrimiento.
A través de la acción del amor y la misericordia, diaconía tocar la mente y el corazón de las personas que nos rodean con las manos amorosas de nuestro salvador que comprende, libera, restaura y consuela. Es tocar todo el ser con nuestro afecto y nuestra obra, es vivir en sociedad con el que sufre y ampliar así nuestra nuestra unidad, brindando atención y cuidado, tiempo y afecto, trabajo y pertenencias, palabras y presencia silenciosa. Porque el Señor nos amó primero.
Nuestra obra diacónica permite que los niños, niñas y adolescentes puedan imaginar un proyecto de vida. Algo tan fundamental como seres humanos para poner en marcha nuestra capacidad de resiliencia. También brinda oportunidades de transformar sus realidades. Que puedan saber que la calle no es la única opción, que la violencia o las drogas no son la mejor salida. Tal como lo expresó Gandhi, hace muchos años: «seamos el cambio que queremos ver en el mundo».
¿Qué podés aportar vos? ¿Qué cambios te gustaría ver en el mundo? Te invito, en este tiempo de cuarentena, a pensarlo. Cómo encontramos en la Biblia en Mateo 25:40 donde dice «les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron». Tené presente que tu apoyo a las obras diacónicas, puede hacer una gran diferencia en la realidad de muchos niños, niñas y adolescentes.
Muchas gracias por escuchar este mensaje y que Dios te acompañe en estos tiempos difíciles.