Fundación Hora de Obrar apoyó el trabajo de CWS (Church World Service, el Servicio Mundial de Iglesias de los Estados Unidos) y la Rama de Liberados/as del MTE con una primera respuesta humanitaria frente a la crisis de COVID durante el invierno pasado.
Ante la situación de pandemia algunas mujeres privadas de su libertad, que eran acompañadas por estas organizaciones, fueron beneficiadas con el arresto domiciliario.
Privadas de casi todos sus derechos, la mayoría de estas mujeres tienen más de 3 hijas/os menores a su cargo. La obligación de responder a los requerimientos impuestos por la justicia, las deja sin posibilidades de afrontar su responsabilidad principal, que es el ser sostén de familia.
Es por eso que una de las necesidades más básicas y urgentes que manifestaron fue la de contar con elementos de abrigo. Cada entrega de calefactores y frazadas fue individual, siguiendo los protocolos COVID-19 vigentes e incluyó un momento de encuentro, diálogo y escucha con las mujeres y sus familiares.
En las entrevistas se repite la demanda de trabajo y asistencia alimentaria en primer lugar, pero también de tratamiento psicológico. Cada una refiere que no quieren que se les regale nada, no quieren un programa social económico a cambio de nada. Como trabajadoras, quieren trabajar, capacitarse, estudiar y acceder a una vivienda digna.
Martin Coria, director regional de Church World Service expresó: «El interés genuino demostrado en el grupo meta desde el inicio y la confianza demostrada por la Fundación Protestante Hora de Obrar en CWS nos compromete a seguir buscando juntos y juntas nuevas formas de servicio y testimonio profético en favor de las y los invisibles de estos tiempos»